Es grave. En todas las provincias estamos viento un incremento de los casos de trabajo infantil en sus diversas formas. Es consecuencia de la recesión económica y de una crisis que afecta a miles de familias.
Es ahí donde necesitamos que las gobernaciones, alcaldías, el Senniaf y el Ministerio de Desarrollo Social, intervengan para detener una realidad que nos golpea como sociedad.
Los niños deben estar jugando, saltando, aprendiendo y no expuestos a los peligros de la calle, manipulados por un adulto o por sus padres. Hay que actuar.