Opinión

Estar en esas filas no es un pecado

24 de diciembre de 2025

El Instituto de Mercadeo Agropecuario (IMA) gestiona la venta de la llamada “canasta navideña”, a bajo costo. Y como si fuera una tradición, resurgen los señalamientos hacia quienes hacen las largas y extenuantes filas para acceder a estos productos.

Muchos son los adjetivos calificativos negativos que llenan las publicaciones en redes sociales para describir a quienes realizan el simple acto de ir a una feria a comprar un jamón, arroz y otros alimentos a precios accesibles. Lo irónico es que esos productos se adquieren con fondos públicos, o sea el dinero de todos los panameños.

En la práctica, cada contribuyente prepaga año tras año una parte de ese jamón a través de sus impuestos. Todos los días los panameños hacemos filas en el supermercado, en el banco, en una institución pública o hasta para subir al autobús. Así que la fila no es el problema, el problema es el prejuicio con el que se mira a quien necesita ahorrar.

Otros dicen que se trata de juega vivo y no necesitan la canasta ¿Pero, realmente a cuánto ascendería supuesta la lesión patrimonial por la compra de un jamoncito? En serio les molesta tanto ver a los panameños arropándose hasta donde da la manta.

Los que desfalcan el Estado no son los que se quedan durmiendo en un parque para ser los primeros en comprar, tampoco son los que se quedan debajo del sol y del agua. Que el prejuicio no nuble la empatía. * Periodista.

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