La comida israelí es una mezcla de sabores frescos y especiados que provienen de diversas tradiciones culinarias, influenciadas por las olas de inmigración de diferentes partes del mundo.
Entre los platos más populares se encuentran el hummus, el falafel, la shakshuka y el sabich, todos ellos elaborados con ingredientes frescos como garbanzos, berenjenas, tomates, pepinos y hierbas como el cilantro y el perejil. Además, se destacan los panes y las ensaladas frescas.