EDITORIAL : Un Estado sin privilegios
Durante los gobiernos de Guillermo Endara y Ernesto Pérez Balladares se tomaron las principales decisiones que comenzaron a poner fin a las jubilaciones especiales que habían sido oficializadas durante la década de los setenta del siglo pasado.
Todavía el país enfrenta el peso presupuestario de leyes que imponen aumentos salariales automáticos sin que se mida la eficiencia y la productividad. Eso tiene que cambiar.
Los recursos del Estado y los impuestos de los ciudadanos se deben destinar, principalmente, a crear las condiciones que permitan, en alianza con el sector privado, inversión, riqueza, empleos y progreso.
Es el momento de privilegiar los verdaderos intereses nacionales, para que se puedan atender y resolver las necesidades del país y los panameños. Los privilegios se deben ganar.