Comunidades alrededor de la mina piden ser tomadas en cuenta en plan de cierre

Residentes de las comunidades de Coclesito y Villa del Carmen aledañas al proyecto Cobre Panamá, solicitaron ser parte del proceso de cierre de la mina, participar del comité “que se establezca para liderizar el proceso de preservación segura” y formar parte del “plan estratégico que se tenga que generar, para apoyo al desarrollo social de nuestros pueblos”.

Los habitantes expresaron su preocupación y consideraron que “nos ha afectado en lo económico, lo social y deja mucha incertidumbre”.

El vocero de los residentes Ezequiel Fernández manifestó que “queremos que el ministerio (MICI) se acerque a nuestras comunidades. Hay proyectos que estaban en ejecución por parte de la empresa coordinados con las comunidades y todo ha sido cercenado”.

Cecilia Martínez vocera del Movimiento cívico distrito Omar Torrijos Herrera y La Pintada opinó que “estamos muy preocupados. No hemos tenido ningún acercamiento con las autoridades, decirnos a nosotros cómo vamos a quedar”.

Por su parte, Selmira Santana de la comunidad Nuevo San José comentó que “estamos muy preocupados. La mayor sostenibilidad en trabajo de nuestras comunidades era la empresa”.

Ayer, residentes de doce comunidades se manifestaron en los predios del Ministerio de Comercio e Industrias (MICI) en Plaza Edison, ciudad capital para pedir ser “tomados en cuenta”.

Economistas han señalado la importancia de fomentar la generación de empleos formales a través de la diversificación de la economía, turismo y la atracción de inversiones extranjeras.

El economista Luis Morán ha comentado que es necesario “diversificar exportaciones, apoyar la agricultura familiar a nivel de las provincias, desarrollar programas de emprendimiento y programas de formalización”.

El experto en inserción laboral, René Quevedo expresó que “el impacto del cierre de la mina no (sólo) estará en los 7 mil empleos directos que trabajaban en la operación, sino en los empleos indirectos e inducidos del ecosistema minero”.

Sectores como el bancario, transporte, comercio, hotelería y construcción también experimentarán el impacto, según los consultados. Actualmente, las actividades mineras han finalizado, según el gobierno. Pero se mantiene un tratamiento del lugar con personal mínimo supuestamente para evitar impactos ambientales.

Las autoridades locales han explicado que los planes de cierre de minas con las características del proyecto Cobre Panamá toman aproximadamente 2 años en elaborarse y hasta 10 años o más para su implementación.

El plan de acción del gobierno se sustentan en tres estrategias específicas, la primera, el cierre ordenado y definitivo; la segunda, la defensa del Estado ante arbitrajes internacionales; y la tercera, la sustitución sostenible de la minería metálica en el PIB (producto interno bruto) nacional, han explicado las autoridades.

Comunidades vecinas a la mina explican afectación