La pasión por Zheng Qinwen se refleja en las escuelas de tenis en China
El oro olímpico conquistado en París por Zheng Qinwen (21 años) reforzó todavía más la popularidad del tenis en China, donde la pasión creciente por este deporte se refleja estos días en los clubes de tenis de Pekín.
La séptima jugadora mundial consiguió en la capital francesa la segunda medalla de oro olímpica de la historia para el tenis chino y la primera en categoría individual.
La joven tenista consideró que era un momento de "orgullo" para ella y para su país, que ya vivió un repunte importante de la popularidad del deporte de la raqueta cuando en 2011 Li Na conquistó Roland Garros.
Esta semana en Pekín, las escuelas de tenis visitadas por la AFP estaban llenas de niños y adultos. Los directores de los clubes admitían que el reciente oro olímpico de Zheng Qinwen había aumentado el interés por este deporte.
"El tenis es realmente divertido, juego desde hace tres años", señala Zhang Zinghao (14 años) en la Academia Internacional de Tenis de Pekín.
"Me gusta de verdad esta deporte", asegura.
Este adolescente regresó a la ciudad en la víspera, después de una estancia escolar en Estados Unidos, donde lamentó no poder jugar al tenis. A pesar del 'jet lag', se despertó pronto para poder volver a la pista, algo que había echado mucho de menos.
A su lado, un entrenador sostiene la raqueta de un alumno para acompañarle en el movimiento antes de golpear la bola amarilla.
Otros niños escuchan atentamente sus indicaciones, mientras otros tienen la mirada fija en la red, preparados para golpear.
- "Un amanecer" -
La popularidad del tenis es perceptible en otras escuelas y clubes de tenis de la capital china, como el Open Star Tennis Club, donde el número de jugadores se ha doblado en los últimos días después del oro olímpico de Zheng Qinwen.
Esta jugadora "está en la cima y su victoria ha tenido un impacto enorme" en las nuevas inscripciones, indica a la AFP Liu Yingjun, el propietario del club, que ve un "amanecer" de este deporte en el gigante asiático.
El tenis se introdujo en China en los años 1860, pero durante mucho tiempo fue considerado un deporte de élite, reservado a las familias más ricas.
Fue incluso considerado un pecado de la pequeña burguesía durante la turbulenta época de la Revolución Cultural (1966-1976).
Sin embargo, el progresivo desarrollo económico a partir de finales de los años 1970 hizo evolucionar la mentalidad a medida que el poder adquisitivo aumentaba y emergía una clase media asentada.
En el año 2000, solamente un 4% de los chinos vivía en una ciudad donde se les pudiera considerar clase media.
La tasa está estimada ahora en un 30%, es decir, unos 400 millones de personas del total de 1.400 millones de habitantes de China.
El número de jugadores de tenis se ha multiplicado por 10 en los últimos 15 años.
Con casi 20 millones de jugadores censados en 2021, China era ya entonces el segundo país en número de practicantes de este deporte, solo superado por Estados Unidos.
- Implicación escolar -
En los últimos años se ha desatado una 'tenismanía' en China, según Adam Zhang, un experto en marketing deportivo que reside en Pekín.
Cada vez más familias pagan cursos de tenis a sus hijos. Las propias empresas están cada vez más interesadas en invertir en patrocinios.
"Cuando hay deportistas que triunfan en su disciplina, por ejemplo ganando (...) los Juegos Olímpicos, se convierten en ídolos para los jóvenes", explica Zhang.
En las plataformas de comercio en línea, el oro olímpico de Zheng Qinwen no ha pasado desapercibido: las ventas de la raqueta de marca Wilson que utiliza la jugadora se han multiplicado por veinte.
Para algunos padres chinos, el tenis es una forma de ayudar a sus hijos a desmarcarse de cara a la admisión en centros escolares para los que la competencia es más dura.
"Espero que sus competencias en el tenis sean un punto fuerte en su dosier de candidatura o cuando estudie en el extranjero", afirma a la AFP Qiu Jingchong, mientras su hijo entrena.
Los padres chinos esperan así que con el tenis sus hijos tengan "un pasatiempo común con otra gente cuando vayan a estudiar a Estados Unidos", señala Aaron Cao, patrón de la Academia Internacional de Tenis de Pekín.
"Eso no funcionaría con el ping-pong", puntualiza.