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El ritmo infernal del ciclismo actual: "Todos están a tope ya en diciembre"

16 de diciembre de 2025

¿Vacaciones? ¿Qué vacaciones? En pleno diciembre, cuando antaño los ciclistas recuperaban fuerzas o retomaban con calma los pedaleos, los profesionales del pelotón tienen una intensidad de entrenamiento similar a la de la temporada de competición.

España fue elegida una vez más como escenario principal para las primeras concentraciones de pretemporada de los equipos ciclistas.

Después de un parón de entre dos y cinco semanas, muchos ciclistas se ejercitan para retomar sin demora la forma física, conocer a sus nuevos compañeros y probar los materiales para el nuevo año, a un ritmo que pudiera sorprender a los fans más veteranos de este deporte.

Las primeras carreras del calendario mundial están todavía lejos e incluso algunas figuras como el esloveno Tadej Pogacar tiene previsto estrenar su temporada en marzo, pero nadie lo diría viendo cómo circulan los corredores del UAE por las carreteras de la Costa Blanca alicantina.

"Recuerdo un entrenamiento en el que tenía la misma potencia media que la que tenía cuando fui tercero en el Tour de Flandes el año pasado", contó el alemán Nils Politt, uno de los lugartenientes de Pogacar en el equipo UAE, en el podcast presentado por su compatriota y exciclista Jan Ullrich.

Ese último, campeón del Tour de Francia en 1997 y que reconoció después que durante su carrera recurrió al dopaje, acostumbraba a ganar una decena de kilos durante las vacaciones entre temporadas, algo que ahora es totalmente impensable.

- "Un ciclismo diferente" -

"Antes era más relajado. Podías tener a un Óscar Freire (tres veces campeón del mundo, en 1999, 2001 y 2004) que durante la concentración se subía a la bicicleta por primera vez desde su última carrera. Entre medias había estado jugando al tenis. Hoy, si has ganado 2 o 3 kilos para diciembre, ya tienes un problema. Todos están a tope en diciembre", advierte el alemán Simon Geschke, retirado desde hace un año.

El ciclista francés Benoît Cosnefroy confirma esa percepción: "Antes era un ciclismo diferente. Hoy vas al máximo todos los días".

El belga Tim Wellens también asegura que algunos entrenamientos le resultan más intensos que las carreras.

En Mallorca en estos momentos con su nuevo equipo Red Bull Bora, el belga Remco Evenepoel habla también de ello: "En mi tercera semana desde que retomé hago ya intensidades. Si quiero acercarme al nivel de Pogacar tengo que sufrir".

- Salud mental -

A sus 32 años, el francés Guillaume Martin, uno de los líderes del equipo Groupama-FDJ, también evalúa la evolución de los inicios de temporada a lo largo de su carrera: "Cuando pasé a profesional en 2016, todavía se podían tomar las primeras carreras de la temporada como preparatorias. Eso ahora se ha terminado. Hay que estar preparado desde la primera carrera".

"Hace 10 o 15 años, cuando había una jornada de descanso después de cuatro días de concentración, se salía de fiesta la víspera. Ahora no hay nadie que haga eso", cuenta Cosnefroy.

El universo del ciclismo es cada vez más competitivo y eso es algo que tiene también impacto en la salud mental de los corredores.

Algunos dan por finalizada su carrera muy pronto, como el español Unai Zubeldia (22 años), que lamenta el "lado oscuro" de un deporte que obliga a ser "una máquina de pedalear en una persecución a lo loco del rendimiento".

Otros prefieren no quejarse y adaptarse a esta realidad.

"Tenemos una vida de ensueño, aunque los viajes y estar alejados de nuestros seres queridos resulte pesado a veces", insiste el esloveno Matej Mohoric (31 años), ganador de tres etapas en el Tour de Francia.

"Pero lo que es seguro es que este oficio ha cambiado. Cuando yo comencé nos íbamos de concentración al norte de Italia. Un día nos íbamos a andar con un metro de nieve, otro día hacíamos esquí de fondo. Y sí, por la noche bebíamos algo. Lo de ahora no tiene nada que ver", reconoce.