Sofía Valdés se sincera con su música
La cantautora panameña tuvo una charla íntima con los medios panameños para hablar de su nuevo trabajo, sus inicios difíciles y cuan influenciada creció con la música
En pleno inicio de la pandemia, una voz diferente, bohemia y con toques melódicos se apoderó de las plataformas digitales a nivel internacional, su nombre: Sofía Valdés. Con su EP “Ventura” fue la chica revelación y aunque pocos conocen su crecimiento en la industria, la artista ha querido revelar esos detalles.
Hija de la expresentadora y cantante Ana Lucía Herrera y el artista West Valdés, la herencia de la música la lleva en sus venas, pues sus bisabuelos fueron Miguelito Valdés y Silvia de Grasse “la reina de la tamborera”.
Pero Sofía no encontró la música tan rápido. De hecho cuenta que desde muy pequeña no le iba bien en la escuela y asegura sin bromear que sus notas estaban en el 2.6. Cuenta que, entre citas al psicólogo, neurólogo y demás especialistas (se ríe), su madre buscó la forma de que hallara eso que más le gustaba y con una guitarra eléctrica descubrió que por allí estaba su camino. A los 15 años se va con un préstamo del IFHARU a estudiar a Liverpool, empieza a componer y a tocar puertas en Panamá y el extranjero, pero confiesa que “nadie me paraba bola”.
Tras conocer a un cazatalentos en Londres tuvo la oportunidad de enviar sus canciones y desde entonces buscó hacerse un huequito en la industria, destacando que no le regalaron nada por ser hija de Ana Lucía y que todavía debe el préstamo IFHARU, sí, así es ella, honesta.
Conoció a los mánagers más famosos de X Factor, mientras revisaba contratos con varias disqueras. Desde Warner la llaman a una entrevista en Los Ángeles y se reunió con los más pesados del sello, entre ellos un abogado que también trabajó para Michael Jackson, como siempre, todo era una sorpresa para ella, desde los lujosos baños y salas de reuniones; cada cosa que veía se la comentaba emocionada a su madre desde algún baño.
Con “Ventura”, la cantante logra destacarse con canciones como: “Oceans Away”, “Amsterdam”, “Handful of Water” y fue invitada al Lollapalooza, El Festival Corona de México, Macrofest Panamá y muchos eventos, aunque sostiene que no todo ha sido rosa. Con su segundo EP “In Bloom” no logró los resultados que se esperaban y de inmediato la disquera le pidió un tercer disco. “No puedo decir el día. En los próximos dos meses saldrá una canción de este álbum”, sostiene. Y una vez empiezan a salir estas canciones emprenderá una gira en Estados Unidos.
“Quiero poder estar en paz, eso para mí es que nadie me esté cuestionando mis razones”, y no habla de las críticas. La artista se refiere a “gente que no hace música, que está en la parte del negocio, y dan opiniones de cosas que son tan personales, que no tienen que ver con música, digamos que a Beyoncé nadie le está diciendo qué hacer. Yo sé las cosas que van a funcionar con lo mío porque sé en lo que soy buena y en lo que no”.
Al final, la joven artista tiene resiliencia, desde sus primeros tropiezos, la separación de sus padres, inclusive, el escándalo de su padre, que acepta y está consciente, pero sostiene que cuando se habla de eso, se refieren también a su mejor amigo y quien siempre la apoyó en la música.
Con los años aprendió que la música es un negocio y hacia allá va con más madurez. Admite que a la gente le cuesta confiar en talentos jóvenes, aun así va a ser más honesta con su estilo y con aquello que le gusta o siente.