La carrera hacia los grandes tiburones blancos de Australia
La mayoría de las personas huye a toda velocidad de un gran tiburón blanco, pero hay un empleo en Australia que te paga por correr hacia el depredador, con el objetivo de aplicarle un dispositivo de rastreo en la aleta dorsal.
El trabajo es parte clave de una compleja red de protección que permite a nadadores, surfistas y pescadores verificar la presencia de los cazadores marinos en tiempo real antes de entrar en el agua.
Cada día, los trabajadores colocan 305 boyas conectadas por satélite en las aguas más concurridas, con una profundidad de hasta 15 metros, en la costa de Nueva Gales del Sur como parte del programa estatal.
Estas boyas conectadas están equipadas con anzuelos y, cuando el tiburón los muerde, envían una señal al equipo de marcadores.
Aquí viene la parte difícil, aunque no es el “rodeo” que muchos imaginan, comentó Paul Butcher, investigador principal del programa de marcaje y rastreo de tiburones.
“Los tiburones son realmente benignos. El proceso tiene poco impacto en esos tiburones”, comentó a la AFP.
Un barco llega hasta la boya en un máximo de 16 minutos después de la alerta.
Si es una de las tres especies peligrosas -blanco, tiburón toro o tiburón tigre- el equipo empieza a trabajar.
Atan dos cuerdas alrededor del animal, una cerca de la cola y otra al frente de la aleta pectoral, para apoyar el cuerpo.
- Como en trance -
Una vez que el carnívoro se acerca al lado del bote, se le vuelca cuidadosamente de costado asegurando que el agua marina pase por sus branquias.
En esa posición, el tiburón queda como en trance, lo que minimiza el riesgo de daños al equipo o al animal.
Los trabajadores miden la longitud del tiburón, recogen muestras de tejido y le colocan un marcador acústico a la aleta dorsal.
Unos 15 minutos después, el animal es liberado al menos a un kilómetro de la costa y desaparece en el azul con un coletazo.
“Algunos animales tienen su propia personalidad”, comentó Butcher.
“Los blancos, cuando los atrapamos, son fáciles para trabajar cerca del bote. Los tigre no mucho. Y los toro realmente son dóciles”, dijo.
En los últimos 10 años, este programa estatal ha marcado a 1.547 tiburones blancos, 756 tigre y 240 toro.
Los tiburones marcados son detectados cuando pasan por una de las 37 estaciones de escucha en la costa.
Su paso activa una alarma en la aplicación SharkSmart, que notifica a la gente en la playa mediante sus teléfonos y relojes inteligentes.
La tecnología es parte de un enfoque de seguridad adoptado por las autoridades, que también incluye drones de detección y redes.
- Más ataques mortales -
Desde 1791 se han registrado más de 1.280 incidentes con tiburones alrededor de Australia, de los cuales 260 fueron mortales, según una base de datos nacional.
Aunque son poco frecuentes, los ataques mortales aumentaron, con 57 muertes reportadas en los 25 años previos a 2025, en comparación con las 27 en el cuarto de siglo anterior.
Un tiburón tigre de tres metros mató en noviembre a una mujer e hirió a su novio cerca de una playa remota al norte de Sídney. Esta pareja de turistas suizos filmaba supuestamente un grupo de delfines.
Los científicos dicen que el aumento en las muertes podría deberse a un número cada vez mayor de personas que entran al mar.
El aumento de la temperatura de los océanos también parece alterar los patrones migratorios de los tiburones.
Los investigadores destacan que los tiburones necesitan protección.
En todo el mundo, 37% de las especies de tiburones y rayas están amenazadas o críticamente amenazadas, según la lista de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.