Un chocolate o una infusión de hierba de limón
09 de diciembre de 2025
Las navidades que recuerdo eran modestas. En el cuarto de alquiler en calle quinta de Río Abajo, en medio de un espacio pequeño, el amor familiar hacía magia. No había muchas cosas materiales. Sin embargo, eran compensadas con estudio, perseverancia y muchos ejemplos. Nunca faltó el “pesebre”, el fiel cumplimiento de las tradiciones, un buen pedazo de pan de rosca y una taza de chocolate caliente. A veces, muchas veces, una infusión de hierba de limón calentaba los ánimos. Y con poco, éramos inmensamente felices.