Opinión

¿Nos preparamos ante emergencias climáticas?

05 de julio de 2024

Hace un año Panamá fue sede del III Simulacro Regional de Respuesta a Desastres y Asistencia Humanitaria para, según las autoridades de entonces, fortalecer las capacidades de funcionarios ante fenómenos adversos. Participaron unidades del Sinaproc [Sistema Nacional de Protección Civil] y de otras instituciones de salvamento, sin embargo, desde mi óptica la intención de dicho evento no ha permeado por completo en la primera línea de gestión: los ciudadanos.

Casi nula ha sido la concienciación pública sobre medidas a tomar en caso de inundaciones, deslaves, tormentas, etc. Incluso, las comunicaciones al respecto se ven limitadas a las redes como X e Instagram.

La preparación ante emergencias climáticas no debe ser vista como una opción, sino como una obligación moral y práctica de los gobiernos y las comunidades. El cambio climático está exacerbando la frecuencia y la intensidad de fenómenos y, ante este panorama, la adaptación y la mitigación deben convertirse en pilares fundamentales de nuestra política pública y nuestro comportamiento individual. Esto debe ser profundamente analizado por los nuevos funcionarios del Gobierno y la Asamblea Nacional; en la medida en que gestionemos este ámbito, mejor preparadas estarán las comunidades y menos será el gasto para resarcir daños por desastres y reubicación de familias.

Lo anterior pone en relieve lo crucial que es invertir en infraestructuras resilientes que puedan resistir los embates de eventos climáticos extremos. Esto incluye desde efectivos sistemas de alerta temprana, hasta la construcción de edificaciones y redes de transporte capaces de soportar vientos huracanados y fuertes precipitaciones, pendientes que dejó la administración pasada y que debemos mirar, considerando que está muy cerca la temporada de mayor inestabilidad climática. * Periodista.

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