Opinión

Llegó el lobo y se acabó el cuento

02 de abril de 2024

Para ningún panameño puede ser motivo de alegría lo que nos acaba de pasar con la pérdida de calificación, lo cual de por si, nos va a aumentar el costo del dinero y elevará todos los intereses bancarios, que al final del camino afecta a todos los ciudadanos que tienen algún tipo de préstamo bancario.

Lo que más molesta es la actitud de los grandes sabios que se atrevieron a decir que el cese de operaciones de la mina no iba nunca a acarrear una baja en la calificación del país. Es triste ver a estas alturas defensores del cese de la mina decir que la misma no fue la estocada final y más fuerte para que Fitch tomara esa decisión. Pareciera que no se dan cuenta que el mismo informe empieza analizando los problemas de gobernanza del país, que fueron agravados con los acontecimientos que rodearon el cese de la mina más grande en nuestro territorio. Hay que ser osado para tratar todavía de hacer creer a la ciudadanía, que lo que leen del informe de la calificadora no es lo que dice y que la mina no fue lo que provocó el descenso.

La imaginación y la tozudez son atrevidas, más todavía, cuando nos quieren tratar de tontos o imbéciles. Requiere tener un grado limitado de comprensión, creer que el cese de operaciones de la mina no conllevaría lo que estamos viviendo en estos momentos.

Durante mucho tiempo estuvimos defendiendo que se tratara de buscar una solución o cualquier mecanismo para mantener la mina operando porque lo peor que nos podría pasar es que cesara la operación. La cantidad de empleos directos e indirectos que genera la mina, los impuestos que tiene que pagar, las cuotas a la Caja de Seguro Social (C.S.S.), los aportes que se iban a realizar a El Estado, los proveedores generados, el desarrollo del área, etc., que garantizaban casi el 5% del Producto Interno Bruto (P.I.B.), no había manera humana que no trajera repercusiones económicas enormes, si se daba un cese de operaciones.

Todo este escenario, como hemos mencionado anteriormente, traerá repercusiones a nuestros habitantes, ya que a todos nos costará más cumplir con nuestros compromisos financieros al tener una reducción de la capacidad adquisitiva, y sin lugar a dudas con el aumento de las tasas de interés.

Según mi opinión éste es solamente el inicio de las próximas repercusiones. No me cabe la menor duda que dentro de poco tiempo, sino hacemos algo urgente

con respecto al contrato minero, las otras calificadoras lo más probable es que sigan a Fitch.

Aparte de todo lo que nos ocurre todavía tenemos la sombra de los arbitrajes que ha pedido la minera, que pienso que también nos tienen en una posición desventajosa. Ya llegó el momento de ser racionales y suspender la mentira del mal patriotismo vendido por algunos, que como vemos ahora quiere tapar el sol con una galleta, tratando de confundir a los ciudadanos diciendo que el cese de operaciones de la mina no es la causa principal del descenso en la calificación de Fitch.

* Abogado y exadministrador de ACODECO.

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