Entre refranes y apodos
En los barrios populares de la ciudad capital y del interior del país, hay una característica similar. Es colocar apodos y refranes.
Nadie en los pueblos y barrios se escapaba y así fueron conocidas muchas personas, más por su apodo que por su nombre.
La población con esa creatividad, y con ese humor entre refresco y mezcladores en una fiesta, salen a relucir refranes y los famosos apodos.
Los refranes son de origen popular y es una comunicación corta y sencilla, en la que se logra un consejo o una reflexión.
Los apodos son la forma descriptiva para referirse a una persona o animal con características ídem que reemplazan al nombre.
En círculos políticos se utilizan los apodos.
Como ejemplo, en los tiempos del régimen militar surgió un famoso apodo: “cara de piña” para referirse al exhombre fuerte, el exgeneral Noriega. Y era prohibido en los medios utilizar este apodo.
Otros apodos como: Felipe cabezón, cabeza de clavo, cabeza de gallote, paso fino, saco loco, Jhony muela, cabeza de patacón y huelga al hombro son apodos comunes.
En la comunicación de barrio para expresar o explicar un hecho se utilizan refranes como: se formó el arroz con mango, hay un completo despelote, existe un trepa que sube, perro que ladra no muerde, la calavera siempre es ñata y uno se arropa hasta donde de la manta, entre otros.
*El autor es periodista panameño y relacionista público.