Pilito García, un joven panameño de 25 años de edad, de una estatura de 1.65 metros, ojos color café, de tez canela, labios delgados, nariz perfilada y agradable que impresionaba a las chicas del barrio.
Poseía una labia fluida que convencía con sus argumentos. Así conquistada a las jóvenes para que cayeran a sus pies. El residía con sus padres en el sector de Bella Vista, en unos de los PH de la calle 35. Pilito prefirió abandonar los estudios universitarios y dedicarse a trabajar por su cuenta, y ser su propio jefe, por eso emprendió, y creó una empresa de servicio de limpieza a oficinas y residencias....