Opinión

El simbolismo del árbol de Navidad

26 de diciembre de 2025

El Árbol de Navidad tiene sus raíces en antiguas tradiciones paganas europeas; germánicas, celtas y nórdicas. En la Edad Media la Iglesia cristiana lo incorporó como símbolo del amor eterno de Dios y la llegada de Jesús, se consolidó como símbolo cristiano en Alemania durante el siglo XVI. Hoy es un ícono universal de la Navidad, asociado con vida, esperanza y renovación.

El árbol de Navidad moderno surgió en Alemania, donde familias adornaban abetos con frutas, velas y figuras. Se atribuye a Martín Lutero la idea de colocar velas en las ramas para simbolizar las estrellas brillando en la noche. La tradición llegó al resto del mundo en el siglo XIX, en gran parte a la Reina Victoria de Inglaterra, quien posó con su esposo y sus hijos frente a un árbol decorado, convirtiéndolo en una moda global.

A finales del siglo XIX aparecieron los árboles artificiales, creados por los alemanes en 1880. En el siglo XX, la publicidad y el mercantilismo lo reforzaron como símbolo central de la Navidad. Hoy se adorna con luces, esferas, estrellas y guirnaldas.

Cada elemento tiene una carga simbólica que ha evolucionado con el tiempo: La Estrella representa la fe y la estrella de Belén que guío a los Reyes Magos. Las esferas antiguamente eran manzanas (símbolo de las tentaciones de Adán y Eva).

Hoy representan los dones de Dios. Luces sustituyen a las velas antiguas. Simbolizan la luz de Cristo que ilumina el mundo y disipa la oscuridad. Los lazos representan la unión de las familias y la alegría del reencuentro y los regalos, presentes que los Magos llevaron al Niño Jesús.

El árbol navideño es una tradición que nació en rituales paganos, fue reinterpretada por el cristianismo y finalmente se transformó en un símbolo universal de celebración y comunidad.

* El autor es comunicador social.

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