El monstruo de la Fórmula 1

El Campeonato Mundial de Fórmula 1 de la Federación Internacional del Automóvil, FIA, es sin duda la competencia del automovilismo más destacada a nivel mundial que goza de un envidiado prestigio global.

Además de la adrenalina que dejan las carreras de los monoplazas, este deporte de élite se traduce en ganancias millonarias para las marcas que financian a las respectivas escuderías y los países sede de cada carrera.

Cada año, 20 pilotos, representantes de 10 escuderías, se enfrentan en unas 22 carreras en pistas alrededor del mundo. Esto significa una movilización increíble de personal, equipamiento y sumas exorbitantes de dinero.

El equipo que se ha alzado con las últimas ediciones del campeonato de constructores y pilotos es Red Bull, una escudería que su principal patrocinador es la compañía de bebidas energéticas del mismo nombre, la cual invierte millones, no solo por amor al arte. Cada dólar invertido tiene la posibilidad de generar millones a través de la vitrina mundial que es la Fórmula 1.

Colocar publicidad en los monoplazas es otro de los negocios rentables. También la venta de vestimenta y accesorios de cada escudería es importante. Cada fanático quiere tener algo que lo identifique con su piloto favorito, y esto es nada barato. Ni hablar de los fabricantes de autos.

Por otro lado, los pilotos en si se vuelven una figura de culto que marcan tendencias. Así el siete veces campeón Lewis Hamilton y el actual campeón Max Verstappen como individuos ya mueven millones en publicidad y patrocinios.

La Fórmula 1 tiene un impacto económico enorme para los países que albergan las carreras con la llegada de miles de turistas y empleados, lo que genera ingresos significativos.

Existen autódromos fijos como el de Silverstone, pero también circuitos urbanos como el de Mónaco, para el cual las calles son adecuadas para que se puedan realizar las carreras, lo que conlleva más inversión en infraestructura impulsando la economía local.

En el año 2019, un grupo de arquitectos propuso la creación de un circuito urbano en Panamá, pero lamentablemente nunca se tomó en serio el proyecto. El modelado hipotético pasaba por la Cinta Costera, Avenida Balboa y Bella Vista. En la actualidad en Latinoamérica solo se largan carreras en México y Brasil.

* Autora es periodista.