EDITORIAL : Vergüenza regional
Dos semanas después que los hondureños acudieran a las urnas, todavía no se conoce a un ganador de los comicios presidenciales del país centroamericano.
Lo que está ocurriendo en Honduras contrasta con Chile, que en pocas horas reconoció el triunfo de José Antonio Kast, en la segunda vuelta electoral.
La democracia en Honduras está recibiendo un golpe en su credibilidad y quien sea declarado presidente, tendrá sobre sus hombros dudas razonables, tanto en Honduras como en la escena internacional.
No es comprensible que la comunidad internacional no reaccione ante lo que, a todas luces, no fortalece el talante democrático de la región.
Cada uno de los actores de este proceso, en Honduras, tendrá que reconocer que lo ocurrido no está bien y podría conducir a esta nación un periodo de inestabilidad insospechado y peligroso.