Dictadura
El primer país que decida romper relaciones con el régimen de Caracas, seguramente no será el nuestro, inscribirá con gran dignidad su nombre en la historia de la democracia en las Américas.
En una escalada demencial, Nicolás Maduro desborda todos los cauces de la razón con tal de impedir que camine el proceso revocatorio, además de amenazar con cárcel las manifestaciones de la oposición por considerarlas expresión de violencia, y marginar por completo del ordenamiento legal al Legislativo.
Con cuánta madurez, cordura, civismo han sabido los venezolanos resistir a los embates de una dictadura tan cerril como corrupta. La comunidad internacional no puede seguir sorda al clamor de ese pueblo hermano, haciendo concesiones que no tienen justificación.