María y el Misterio de la Encarnación

“He aquí la esclava del Señor. Hágase en mí según tu palabra”, fue la respuesta de María al arcángel Gabriel, luego de que este le revelara su misión divina de llevar en el vientre a Jesús, el hijo único de Dios.

Este suceso marcó la presencia del misterio salvador entre los hombres y, según el rector de la Catedral Metropolitana  Manuel Ríos Yuil, el comienzo del gran proyecto santísimo.

“Jesús se hace hombre en María, por obra y gracia del Espíritu Santo, estableciendo la nueva alianza eterna para rescatar a la humanidad del pecado”, comentó Ríos.

Por su parte, el párroco Carlos Vilanova, de la Basílica Don Bosco, explicó que la Biblia deja entrever el impacto que este hecho tuvo en la sociedad de entonces y sobre todo en José, quien era prometido de María.

Según el sacerdote, José se preocupó por la noticia, ya que en el Israel de aquella época, un embarazo así era sinónimo de adulterio y por ende causal de muerte.

Afirmó que: “Él amaba a esta mujer y guardó el secreto, por eso el Señor lo intervino en sueños y le confirmó la historia. De esta forma, también aceptó el encargo de ser padre terrenal de Jesús”.

Para celebrarlo en casa, continuó Vilanova, se pueden rezar los Misterios de Gozo.

De acuerdo al padre José Brutua, de la Parroquia San Juan Apóstol Evangelista, para conmemorar  la solemnidad se canta el Gloria en las eucaristías, además de recordar a los niños y niñas en gestación.

“Es un día de fiesta, en el que toda madre es llamada a defender la vida que crece en ella. No se está obligado a practicar ningún tipo de penitencia”, precisó Brutua.  

La Encarnación de la Santísima Virgen María tiene lugar 9 meses antes de la fecha estimada del nacimiento de Jesús, el 25 de diciembre. 

Antecedentes de la solemnidad

 El Día de la Encarnación coincide con el equinoccio de primavera o vernal, cuando el día y la noche tienen la misma duración. Este evento astrológico era aprovechado por las antiguas civilizaciones para festejar a dioses, ahora considerados paganos. La concepción de esta temporada cambió en tiempos de Justiniano I, con la expansión del cristianismo. 

Eliened Ortega Yángüez 
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