Historias no contadas de vecinos de apartamentos

Vivir en apartamentos es parte del estilo de vida moderno en países como Panamá, donde los edificios residenciales se han multiplicado en las últimas décadas. Sin embargo, detrás de las fachadas elegantes y los ascensores brillantes, existen realidades poco visibles: problemas de morosidad, órdenes de desalojo ignoradas y cortes de servicios por falta de pago.

“El incumplimiento en el pago de cuotas de mantenimiento afecta directamente el funcionamiento de la propiedad horizontal. En casos graves, puede llevar al colapso de servicios esenciales”, explica Aldo Stagnaro, asesor de inmobiliario y expresidente de la Asociación Panameña de Corredores y Promotores de Bienes Raíces.

Según, Stagnaro si los residentes acumulan meses sin pagar, las juntas directivas suelen aplicar medidas administrativas. Entre las más comunes están la suspensión del acceso al área social, a utilizar el ascensor, el timbre de llamada y el bloqueo del estacionamiento, todo en busca de incentivar el pago. “Aunque parezca extremo, estas acciones están contempladas dentro del reglamento interno de muchas propiedades”.

El fenómeno no es nuevo, pero ha aumentado con el crecimiento de los edificios y el costo de vida. Para algunos administradores y figuras públicas, lidiar con estos temas se ha vuelto parte de la rutina, y hasta podrían contar anécdotas dignas de su comunidad.

ml | La Ley 284 de Propiedad Horizontal en Panamá define sanciones para propietarios que no cumplen con sus deberes. Estas pueden ser multas de 500 a 5,000 balboas. También, pueden limitar el acceso a áreas comunes y restricciones para votar en asambleas.

Espacios comunes recreativos y servicios como internet, gas, elevadores, aseo.

Suspensión del servicio de vigilancia y seguridad y el servicio de portero eléctrico.

Restringir el uso de entrada por control remoto o cualquier facilidad tecnológica.

Restricción de acceso vehicular de proveedores no esenciales y visitantes.