Campañas presidenciales llenas de eslogans y ataques
En los primeros días de campaña, el Tribunal Electoral ya abrió un proceso contra uno de los candidatos por la utilización de la imagen de otros contrincantes sin su autorización
La carrera por ocupar la silla presidencial inició marcada con estrategia y propagandas electorales basadas en promesas, pugnas entre contrincantes, denuncias y menajes de unión familiar.
Entre los mensajes de campañas podemos resaltar el de José Gabriel Carrizo que quien utilizó el slogan del “no vas” a su favor para prometerle a los panameños “no vas a estar sin empleo”; no “vas a estar sin medicina” y “no vas a estar sin plata en tu bolsillo”.
Por su parte, Rómulo Roux reitera una y otra vez en su propaganda que “lo bueno viene”. Roux ha prometido crear miles de empleo y traer prosperidad económica.
En tanto, Ricardo Martinelli ha plasmado una campaña entre la presunta persecución en su contra para inhabilitarlo y ha dicho que el país progresará tal como ocurrió en su administración.
Martín Torrijos ha enfocado su campaña en el slogan “Vamos a rescatar a Panamá” y en la “experiencia” que tiene para resolver los problemas del país.
Además, Ricardo Lombana inició el proselitismo lanzando duras advertencias contra la corrupción.
Melitón Arrocha se ha enfocado en exponer parte de su propuestas en redes sociales.
Además, Zulay Rodríguez, ha expuesto sus logros en las leyes que ha propuesto, asegurando que continuará estas iniciativas en beneficio de la población.
Con el inició de los 90 días de las campañas proselitistas, que culminarán el 2 de mayo próximo, el Tribunal Electoral ha reiterado a las personas, los candidatos y los partidos políticos las prohibiciones.
De acuerdo a la entidad electoral, no se pueden utilizar los símbolos de la Nación, de conformidad con el artículo 6 de la Constitución Política, ni el uso no autorizado de símbolos de los partidos y de los candidatos.
Tampoco el uso no autorizado de la imagen personal, según lo establece el artículo 577 del Código de la Familia.
Otra de las restricciones es la prohibición de la propaganda sucia, entendiendo por ella la que ofenda la dignidad humana con la utilización de insultos, incursiones en la vida privada, discriminación y aseveraciones de conductas ilegales que no se hayan dictaminado por los tribunales competentes, promueva la violencia o atente contra leyes, durante el desarrollo del proceso.