Urge un plan nacional contra desastres

Las lluvias de esta semana han dejado en evidencia la falta de preparación para enfrentar desastres naturales, y es que con unos cuantos milímetros cúbicos de agua la ciudad queda paralizada, anegada y se convierte en caldo para situaciones peligrosas.

Los aguaceros que nos azotaron el pasado miércoles 12 de octubre, no son nada en comparación a los huracanes que han tocado de lleno a las naciones vecinas.

En ese sentido, los panameños vivimos en una falsa sensación de estar a salvo por nuestra posición geográfica privilegiada, sin embargo, no debemos fiarnos de ello.

La fuerte precipitación dejó carros varados, deslaves, personas atrapadas, árboles caídos y un descomunal tranque vehicular, todo esto sin entrar en la categoría de huracán.

En la época actual, si acaso la colita de un huracán ha pisado nuestro suelo, pero ese pequeño remanente ha dejado muertos y pérdidas millonarias.

Entonces, ¿qué estamos esperando?

El sistema de drenaje está colapsado, se siguen construyendo viviendas en lugares donde no se debería, la recolección y tratamiento de la basura es arcaica. Mientras tanto el Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc) trabaja con las uñas y el Instituto de Meteorología e Hidrología de Panamá (IMHPA) sigue en periodo de conformación.

Debemos estar anuentes que la naturaleza es una fuerza imparable para la cual solamente nos queda estar preparados para cuando descargue su ira.

* La autora es periodista.