Tejemeneje 5 de abril de 2016
Las cartas de la vice
El que no lo cree que le siga la pista. En el panameñismo dicen que Isabel S. de Alvarado quiere ser candidata presidencial. Su primera opción es el gobernante partido Panameñista y otra una coalición independiente.
El plan C
El contralor General, Freddy Humbert sigue siendo el plan “A” de un movimiento que lo quiere promover para candidato presidencial y la exprocuradora y diputada, Ana Matilde Gómez es el plan “C” del mismo grupo que todos los días tira cuentas y hace matemáticas.
En río Chico, Pacora
Los cuatreros están haciendo de las suyas por los lados del río Chico en Pacora, Panamá Este. Las autoridades sospechan que la banda está integrada por residentes de zonas cercanas a las fincas privadas. Desde el lunes hay un intenso operativo para capturar a los “cacos”.
La operación descrédito
Aseguran que hubo reunión política-conspirativa de muy alto kilotaje donde se aprobó promover y financiar, de aquí al 2018, una campaña contra la clase política para promover una figura presidencial independiente. Umm.
Uno más uno no es dos
Los tres colegios públicos que están en Paitilla fueron construidos en terrenos que hoy son vistos con envidia por varios sectores. ¿Será por eso que no los reparan y están dejando que se caigan a pedazos y pedazos?
Lo que le conviene
Dicen que manteniendo por delante los mejores intereses del país, la entogada del soviet debe seguir haciendo su trabajo, como hasta ahora, dedicado y preciso sin atender los cantos de sirena de HD.
Posiciones contradictorias
Por lo que hizo cuando quería ser vicealcaldesa, uno esperaría que Raisa Banfield, que se molesta cuando la cuestionan, se rasgara vestiduras por los capitalinos, ahora calla. Los vecinos de Pacific Point lo saben.
¿Por el panameñismo?
¿Qué pasaría si Héctor Manuel Carrasquilla, antes PRD de tuerca y tornillo y ahora Cambio Democrático, deja su actual partido para ser candidato a alcalde por el partido Panameñista en el distrito de San Miguelito. Ataja eso.
El comité de las intrigas
Cuando se creía que los conflictos iban a terminar en el Comité Olímpico de Panamá, resulta que van creciendo. Los chimes, el egoísmo, la lucha de poder y la falta de profesionalista están arrinconando a esta organización.