Opinión

Panamá y el ‘Latido de la Innovación’

06 de junio de 2024

Hay mucha verdad detrás de la frase, “el panameño sabe mucho, y lo que no sabe se lo inventa”. En repetidas ocasiones le hemos demostrado al mundo que, pese a ser un país chico, somos capaces de competir mano a mano con los más grandes.

Quizás debido a esto, la aspiración de posicionar a Panamá como un “hub” de innovación tecnológica y emprendimiento ha ido ganando tracción. Sin embargo, para que se haga realidad debemos entender las implicaciones que conlleva.

Entre la innovación y nuestra identidad nacional existe un claro romance. Nuestra independencia trajo consigo la idea de aprovechar nuestra ubicación geográfica para crear un canal que acortaría el tiempo de tránsito marítimo. Esto se materializó en una obra que cambió el mundo y nos hizo un país de oportunidades. En 1914, Panamá revolucionó el transporte global, y ahora, casi 110 años después, tenemos la oportunidad de hacer algo similar.

La transformación que necesitamos debe iniciar en nuestro sistema educativo. Para que nuestro centro de innovación sea sostenible, impera darle a los más jóvenes las herramientas que exige un mundo globalizado. Debemos desarrollar sus habilidades blandas como la creatividad y la curiosidad, así como capacitarlos en lo digital, para dar vida a una generación preparada y dispuesta. Las exigencias del mercado laboral cambian constantemente y aquellos que forjarán el futuro de nuestro país necesitan poder aprovechar las oportunidades de la era digital.

Complementariamente, deberán crearse mecanismos para convertir las ideas de estos panameños en negocios reales. Esto se traduce en reducir los obstáculos que dificultan emprender formalmente. Ha habido avances positivos, como la ley de Sociedades de Emprendimiento, pero aún existen barreras de entrada que desalientan a potenciales emprendedores, llámense impuestos, trámites y costos de incorporación. La legislación debe seguir evolucionando para poder formalizar al emprendedor fácilmente.

Además, actualmente no tenemos un verdadero ecosistema de capital de riesgo, ni estructuras que faciliten la rápida captación de fondos. Existen figuras que tenemos actualmente no son suficientes para garantizar la inversión en innovación a gran escala. Necesitamos hacer que las empresas tecnológicas exitosas del extranjero se sientan atraídas a Panamá, y que empresas similares nazcan aquí. Estos ecosistemas no sólo se dan en Silicon Valley, pero requieren desarrollarse mediante alineación entre el sector privado y de entidades públicas.

Por último, para que este “hub” sea una realidad, debemos trabajar en nuestra cultura. Celebremos a aquellos que se atrevan a probar sus ideas en el mercado y fomentemos su creatividad, no los resintamos ni celemos. Debemos como sociedad creer e impulsar a quienes buscan crear impacto positivo a través de su inteligencia y esfuerzo.

Tenemos todo el potencial para cumplir la visión del “hub”, pero necesitamos decidir si estamos dispuestos a hacer los cambios estructurales necesarios para lograrlo, o si queremos dejarlo a la merced de la suerte. De concretarse, traería un sinfín de oportunidades y mejoraría la vida de miles. Confío que, con acciones firmes, seremos capaces de trazar el camino para revolucionar al mundo, una vez más.

* Empresario.

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