Opinión

No me pidas que me quede

20 de enero de 2023

Se puede fenecer tantas veces y de muchas maneras. Nuestra alma pude desvanecerse en un instante, por un recuerdo, una voz, una mirada. Y así mismo podemos restaurar cada parte herida, dañada, rota o zurcida.

Estar bajo los rieles del metro y ser arrastrado varias estaciones, y salir de abajo, y solo sacudirte las rodillas y levantarse, eso tuve que aprender, y todavía me preguntas por que no hablo de amor. No es fácil hablar del amor, si decidiste un día abandonarme en la orilla con un corazón desangrado, pero sabes...levanté mis manos y me han salido alas y volaré lejos.

Aunque tocaste los más íntimos secretos de mi ser, perdiéndome locamente en tú mirada y terminé naufragando en tu fuente.

Hasta me convertí en el tiempo que no compartimos...jugaste al amor y te creí, otra vez me ahogare en mis lágrimas y no existe ninguna droga que me pueda salvar.

Me voy y conmigo me llevo todo lo que te dediqué, mi tiempo, esas horas de desvelo en madrugada, mi amor, cuando más me necesitabas y si un día te dije que te amaba, no lo vuelvo a repetir.

* El autor es docente.

Contenido Patrocinado
TE PUEDE INTERESAR