Opinión

La moda de lo políticamente correcto

01 de agosto de 2019

Miguel A. Espino Perigault

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El tema resurge al escuchar a un comentarista en la TV internacional (CNN), quien señalaba que el precandidato presidencial norteamericano, Donal Trump, representa una amenaza, debido al lenguaje utilizado que contradice –según el analista– al lenguaje “políticamente correcto”. Compara el discurso de Trump con el del régimen dictatorial de la Alemania nazi. (¿Y no de las dictaduras comunistas y socialistas?). Para el comentarista internacional, Trump utiliza un lenguaje “de odio”, término éste incorporado al lenguaje político moderno por el movimiento LGBT (homosexual), que se ha posesionado del lenguaje de lo “políticamente correcto” ¿La contradicción explica el éxito de Trump? La expresión tiene una historia de más de dos siglos y podría decirse que se ideó con buenas intenciones dirigidas a aclarar pensamientos, pero, las izquierdas políticas norteamericanas lo han llevado, desde mediados del sigo pasado, a caer en la ideología de género. El escritor mexicano Edilberto Aldán, ha expresado que ese lenguaje “es un fantasma que recorre nuestro diario convivir”. Abundan los ejemplos en este sentido y nos menciona el afán de feminizar todos los vocablos masculinos, por aquello de la igualdad de género, que si a los varones que roban les decimos cacos, a las mujeres ladronas habrá que decirles cacas, para no discriminarlas. El Papa Francisco nos recuerda que ese lenguaje eufemístico suele ocultar delitos, como el aborto, un asesinato llamado “embarazo interrumpido”, el suicidio o asesinato llamado “muerte digna”, y muchos otros crímenes que no necesitaba mencionar, ocultos en interpretaciones “políticamente correctas” de los derechos humanos, entendidos, según la perspectiva de género.
Umberto Eco, reconocido escritor italiano (1932 2016), dijo que “el término políticamente correcto se usa hoy día en un sentido políticamente incorrecto. En otras palabras, un movimiento de reforma lingüística que ha generado usos lingüísticos desviados”. Del periodismo panameño debemos establecer la diferencia entre los medios y los periodistas independientes (sobre todo comentaristas de radio y televisión), quienes presentan mensajes informativos o interpretativos personales, amparados por la libertad de expresión que, por el solo hecho de serlo, ayudan a pensar y alientan el debate favorable a la democracia y al bien común de la sociedad. Y, lo más alentador y valioso de nuestros principales periodistas independientes, es que hablan en el lenguaje más claro y más alejado del desorientador lenguaje “políticamente correcto”.

*El autor es comunicador social.