El hablar urbano del panameño lo identifica

Al panameño algo que lo identifica y lo caracteriza, es su manera de hablar poniéndole siempre un toque de sabor criollo y jocosidad a una conversación.
Este es un sazonador que no puede faltar y forma parte de ese ambiente y calor latino- caribeño.
Según la Real Academia de la Lengua, una jerga es el lenguaje especial que utiliza un grupo humano. En los barrios urbanos este lenguaje es la manera de comunicarse entre los jóvenes y adultos del lugar, el cual se ha hecho común y es parte de esa convivencia.
En una reunión entre amigos, y en medio de una fiesta nunca falta por ejemplo, que se utilicen frases y jergas para ponerle ese ingrediente chistoso, y así hacer más amena la conversación departiendo con refrescos y picadas.
Un familiar me comentaba recientemente, que viajo a Chile y en el aeropuerto se escuchaba unas risotadas y carcajadas con un alto volumen que llamaba la atención de los pasajeros. Al acercase a ese grupo bullero de personas se percata que eran panameños.
La manera de hablar me dijo, los identificó, por ese sabor picantoso que le ponían a las palabras que expresaban, acompañadas con el bullicio.
Los panameños somos muy expertos en inventar palabras o frases, por ejemplo para saludar dicen los jóvenes !hola! que sopá, todo esta “cool” o para decir qué irán a visitar a la novia, exclaman, voy a donde la “guial” o “pasiera”.
Hay una frase que es muy utilizada en el vivir diario, en el panameño común y en la vida política que se ha hecho famosa que es “ me quitaste la escalera, y me dejaste con la brocha pegada en la pared” para decir “me jodiste” o no hay respuesta favorable al favor solicitado.
Cuando se presenta algo fortuito en la calle y se desconoce la causa de un equis problema, se dice “allí hay un arroz con mango” o un “trucumunducu” .
A mi abuela Carmen, como a esas panameñas de la época, la escucha decir “siempre la carabela es ñata o la soga revienta siempre por lo más delgado”. Son expresiones urbanas para manifestar un serio problema.