El día después, sí existe...

¿Por qué nos es tan difícil desprendernos de los apegos y algunos nexos?

Porque es una jaula que hemos construido, confinándonos en ella, sabiendo que la puerta ésta abierta.

A lo largo de la vida nos han hecho creer que la conciencia es un grillo parlanchín o un angelito o diablito...al igual que para ser feliz necesitamos encontrar a esa “media naranja”.

Cuando empiezas a darte cuenta de todas esas mentiras, manipulación, es cuando empezamos a descubrir y transformar nuestra realidad.

“Así como una coma puede cambiar el sentido a una oración, una actitud cambia la historia”. Sin duda que el primer paso quizás no nos lleve a dónde queremos ir, pero nos saca de donde estamos.

Tal vez en el afán hemos colmado las necesidades de otros. Pero, hay vacíos que no hemos podido saciar; quedándonos a expensas de ese eco solitario que no volverá, flameando entre desdenes. De ese mismo dolor vendrá ese “día después”, ese nuevo amanecer, descubriendo así nuestras fortalezas.

Cambiemos nuestras intenciones por nuevas acciones, por muy pequeñas que parezcan...y solo recuerda, tenemos que dejar ir a personas que solo hablan de problemas, enfermedades, miedos y temores. Si alguien quiere botar su basura, procura que no sea en tu mente.

* El autor es docente.