El descontrol migratorio, requiere una solución urgente

La crisis migratoria crece cada día, y es un drama que se agrava con serios problemas en la frontera de Panamá con Colombia.

La cruda situación de los migrantes está siendo reportada a nivel internacional, por los medios de comunicación que han enviado a periodistas, para conocer en el propio escenario lo que ocurre en la selva del diablo.

Es un asunto que las autoridades involucradas en esta situación, ya no pueden tratar a medias tintas, ni hacerse de la vista gorda como dice un refrán.

Diariamente ingresan por la jungla de la provincia del Darién un estimado según Migración de 3 mil migrantes lo cual es insostenible.

La pregunta que se hace la población es cómo se podrá detener este flujo de migrantes. Pareciera que no se encuentra una salida. Pero sin el apoyo del gobierno colombiano en poner en marcha un plan de frenar el paso por la jungla de la provincia del Darién esto continuará.

Las imágenes que se proyectan en los medios locales e internacionales son espeluznantes y las historias de terror narradas, por los propios migrantes ponen los pelos de punta al pensar en el peligro al que se someten familias enteras para alcanzar el sueño americano.

Sin lugar a dudas años atrás creo sin equivocarme que esta situación del flujo migratorio mantenía un porcentaje bajo de cifras de migrantes.

Sin embargo, en este 2023, en los meses de agosto y septiembre la cifra de migrantes que llegan al país se ha duplicado.

Lo dramático es la cifra en los 9 meses de 2023, han pasado por la jungla de la provincia del Darién 385 mil migrantes la mayoría de nacionalidad venezolana.

Es más, las autoridades de los gobiernos de la época de 1990 me refiero a Colombia mantenían más comunicación y acercamiento con nuestras autoridades y había más controles.

Al parecer el cierre del tapón del Darién es una de las propuestas presentadas, pero sin que hasta el momento se hayan dado pasos en firme en esa dirección. esta propuesta debe ser analizada a profundidad. Algunos piensan que esta iniciativa sería inmediata por las consecuencias que podría acarrear.

Panamá es la nación que está recibiendo los efectos negativos de esta avalancha migratoria principalmente de países suramericanos y de Centroamérica. El gobierno de Costa Rica, está haciendo su trabajo con la aplicación de controles. En días pasados se registró un incidente violento en el sector fronterizo de Paso Canoas, entre policías costarricenses y un grupo de migrantes suramericanos, por la violación de normas sanitarias con la venta de comidas.

En esa ocasión hubo enfrentamientos con piedras y agresiones verbales contra los agentes policiales. Solo es una muestra de cómo está la situación emocional de los migrantes y la desesperación al ver un futuro incierto. La solución a este gravísimo tema no puede tardar. El pasado encuentro entre el presidente Laurentino Cortizo, y su homólogo de Colombia Gustavo Petro, sostenido en medio de la 78 reunión de la ONU, quedó pendiente fijar un nuevo encuentro con sus respectivas comisiones para llegar acuerdos. Ojalá puedan lograrse resultados positivos para resolver el problema migratorio, porque a pocos meses se termina el 2023, y la situación es muy grave.

*Periodista.