Opinión

De ciudad dormitorio a distrito económicamente activo

29 de julio de 2022

Lo que inició como un asentamiento informal en  la década de los años 70;  hoy, San Miguelito  en el segundo distrito más importante de la provincia de Panamá. Después de 52 años de su fundación (30 de julio de 1970), y haber estado dos veces como alcalde de este  distrito,  hago un alto para reflexionar y hacer un poco de historia sobre este populoso distrito.

San Miguelito  tiene tres etapas. La primera, cuando nace en 1970, que conjuga  una serie de fuerzas: sociales, el gobierno y la Iglesia Católica, y se crea como un plan piloto y que sigue siendo referencia para el país. Hubo un desarrollo comunitario integral donde la sociedad civil participaba  y le decía al Estado “en qué yo puedo ayudar”,  ofrecía su mano de obra  y planificaban sus comunidades;   y el Gobierno, por su parte, participaba con recursos económicos. Mientras  la Iglesia Católica era un referente de organización y de orientación. ¿Qué surge de ese movimiento? De aquí nace la 'Yunta Pueblo-Gobierno'.

Es así como San Miguelito se organiza en  68 comunidades con sus respectivos dirigentes. Además, surgen los 505 representantes de corregimientos de todo el país, que se constituyen en el pilar político  administrativo de las comunidades. 

La segunda etapa de San Miguelito está marcada por empoderamiento de los alcaldes y los movimientos sociales que promueven las invasiones territoriales  y el Distrito no escapa de ello. Eran cientos de panameños buscando donde vivir y tratando de tener mejores condiciones de vida. 

A los 25 años de la fundación de San Miguelito, me tocó asumir la dirección político administrativa del Distrito como alcalde. Nace una nueva etapa en su proceso de desarrollo. Llegamos a la alcaldía encontrando un pueblo dormitorio, con un presupuesto que llegaba a unos 3 millones de dólares, al salir esa cifra la logramos duplicar, 6 millones para una comunidad de 250 mil habitantes.

Emprendimos un arduo trabajo, montamos una planificación estratégica con el sector empresarial para pasar de las tiendas y abarroterías a un distrito activamente económico. Impulsamos la creación de Brisas del Golf, donde se instaló la primera empresa activando un crecimiento que generaría más de 40 mil empleos en el Distrito. Además, integramos nuevamente la participación ciudadana, gobierno y la iglesia. En medio de este proceso, promovimos la división política de San Miguelito.

Sin temor a equivocarme, es en San Miguelito que se sientan las  bases de la actual descentralización. Fuimos los gestores del primer proyecto de la descentralización  que hoy en día conocemos como la  Autoridad Nacional de Descentralización.
Hoy,  el municipio de San Miguelito recibe unos 20 millones de dólares. Además, en mi administración creamos  la Asociación de Municipios de Panamá (AMUPA). 

El tiempo ha jugado su rol, han pasado 52 años y todavía queda mucho que hacer  como la integración del sistema de movilidad externa e interna. Necesitamos facilitar el traslado de los ciudadanos de áreas apartadas   hacia  la estación del Metro, el metro cable podría ser una alternativa.  Igualmente, crear un centro de vigilancia integral del Municipio con cámaras para poder combatir la delincuencia,  incorporando desde el municipio como base de operación a elementos de seguridad como  Sinaproc, 911, bomberos, sector empresarial, la comunidad e iglesias.  También, fortalecer a los corregimientos con servicios sociales, atención a la familia y la participación ciudadana.