Opinión

Consumo Eléctrico, ¿cómo racionalizar el gasto?

01 de agosto de 2019

Una de las preocupaciones más grandes que tiene toda empresa u hogar se relaciona con el control del gasto, bien sea para mejorar la rentabilidad de la organización o simplemente como una medida de ahorro directo.  Entre los gastos más importantes que se presentan en nuestro cotidiano vivir personal y/o empresarial, encontramos el gasto por consumo eléctrico; bien sea por el uso del aire acondicionado, planchar la ropa, iluminación, el uso de los equipos tecnológicos y equipos industriales, entre muchas otras actividades.

El clima en nuestro país nos brinda altas temperaturas (principalmente en verano) y altos niveles de humedad, por lo cual nos hemos convertido en grandes consumidores de “frío” dentro de nuestras empresas y hogares, siendo éste uno de los principales factores de consumo eléctrico.  Un ejemplo de ello lo vivimos al ingresar a oficinas o a centros comerciales, donde nos encontramos con un impacto térmico muy elevado, pues las temperaturas  pueden oscilar entre los 20°C y 21°C y la temperatura externa entre los 30°C y 33°C (dependiendo de la época del año).  

Otro de los factores que representa un punto de consumo elevado de energía eléctrica se encuentra en la iluminación artificial.  En residenciales de tipo PH, principalmente edificios de apartamentos, podemos encontrar las luminarias de las escaleras y del recibidor de cada piso encendidas las 24 horas del día. Como se ha podido apreciar, los dos simples ejemplos anteriores, denotan un comportamiento de consumo energético de alto impacto a nivel monetario para nuestras finanzas.

 Ahora bien, la pregunta a realizar es: ¿qué debo hacer para reducir los niveles de consumo? Algunas medidas de eficiencia energética sencillas de aplicar y que darán resultados inmediatos son: Mantener los equipos de aire acondicionado en temperaturas entre 23°C y 24°C. Procurar reparar o sellar puntos por donde se pueda escapar el aire acondicionado (agujeros o fisuras, puertas que no cierran en su totalidad, ranuras bajo las puertas).  

Mantenimiento preventivo de a los equipos de aire acondicionado. Procurar utilizar luz natural durante las horas del día. - Evaluar el uso de luces ahorrativas. Colocación de temporizadores y sensores de movimiento para zonas comunes donde se utiliza iluminación artificial. Apagar los aires acondicionados y las luces en los sitios que no se estén utilizando.

Las acciones antes descritas pueden ser implementadas de manera rápida y sin necesidad de especialización, pues muchas de ellas están basadas en crear el hábito en nosotros y en cada una de las personas que interaccionan en nuestro entorno.  Los beneficios resultantes de cada una de ellas permitirán reducir nuestros hábitos de consumo y redundarán en beneficios directos para nuestra economía familiar y empresarial.

* El autor es asesor Comercial – Nuevos Negocios de CELSIA Centroamérica.

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