Opinión

Resultados financieros

15 de febrero de 2022

Con la transformación digital la estrategia de las organizaciones cambió, o al menos debe estar en ese proceso. Cómo compiten, lo hacen y el lugar ha evolucionado radicalmente, con disrupciones tecnológicas, nuevos competidores y en especial nuevos consumidores en un entorno mutante. Hacia adentro, más allá de las fortalezas y debilidades del pasado, tenemos novedosos componentes como una propuesta de valor digital, entregarla a través de canales digitales, una operación interna digitalizada y contar con agilidad organizacional. Lo anterior apunta hacia prioridades por delante de los resultados financieros con un cambio radical en la estrategia del pasado, que apuntaba hacia el crecimiento y la eficiencia en un entorno de cierta forma predecible, a una nueva manera de hacer las cosas que va hacia el descubrimiento, la innovación y disrupción en un ambiente de incertidumbre. Se ha vendido la idea de que para tener una transformación digital exitosa hay que ser pacientes en la obtención de resultados financieros y menos exigentes en cuanto a ciertos criterios de evaluación del pasado como el retorno sobre la inversión, el período de recuperación, el valor presente neto y la tasa interna de retorno, entre otros. Nada más lejos de la realidad, ya que los resultados financieros son el reflejo económico de la empresa y hay que continuar vigilándolos celosamente.

Los cambios que se estén llevando a cabo deben estar en perfecta armonía estratégica y financiera, mejorando la rentabilidad del negocio actual y financiando el negocio del futuro, manteniendo por supuesto la rigurosidad del seguimiento.

 

Néstor Altuve 
@nestoraltuve / [email protected]
*Consultor en Transformación Digital. 

 

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