En los últimos dos años, la Inteligencia Artificial (IA) generativa pasó de ser un experimento curioso para convertirse en una presencia cotidiana.
Responde dudas médicas, interpreta imágenes, resume estudios y hasta propone diagnósticos. Pero la pregunta clave para cualquier ciudadano sigue siendo la misma: ¿podemos confiar en ella cuando se trata de nuestra salud?
La respuesta exige matices. La IA generativa es brillante para explicar, ordenar información, aclarar dudas, ayudarnos a entender estudios médicos y guiarnos en conversaciones difíciles con nuestros médicos. También es útil para tareas...