Una brújula para la transformación digital

Si algo distinguió al 2020 es que sacó de la zona de confort a muchas organizaciones forzándolas a acelerar una digitalización que tenían prevista para 2 a 5 años después, según comentan los expertos. No ha sido fácil enfrentarse a ese monstruo de mil cabezas como lo es el de la transformación digital, término de moda, y a un proceso de cambio que incluye mucho más que tecnología. Al ser un proceso estratégico y de cambio integral en la organización lo primordial es contar con una orientación, una guía. 

Así nace la brújula de la transformación digital. Son cuatro bloques los que contiene este instrumento, comenzando por la estructuración del reto digital, que incluye crear conciencia, establecer un punto de partida, definir una visión y alinear al equipo de trabajo. 

El segundo bloque busca enfocar los esfuerzos, traduciendo la visión en acción, definiendo una estructura organizacional que gobierne la transformación y definiendo los recursos a utilizar. Tercero, movilizar a la organización, siendo clave señalar un rumbo para lograr los objetivos, detectar personas claves y establecer una nueva cultura con sus comportamientos digitales asociados.

Por último, consolidar la transformación construyendo y reforzando las habilidades básicas, alineando los incentivos más las recompensas y midiendo, monitoreando, iterando y corrigiendo. Más allá de la recomendación de uso de esta u otras útiles herramientas como guía base en procesos tan complejos, la clave está en entender que antes, de tecnología, la transformación digital va de estrategia y de personas. Allí la utilidad de la brújula. 
* Consultor en transformación digital.

Néstor Altuve 
@nestoraltuve / [email protected]