Liberados por Maduro siguen sin saber condiciones al estar tribunal cerrado
EFE | Algunos de los más de 40 críticos con el Gobierno venezolano que fueron puestos en libertad por la oficialista Asamblea Nacional Constituyente siguen sin saber las condiciones en las que comenzarán su vida fuera de la cárcel, al encontrar ayer cerrados los tribunales que llevan sus causas.
Una de las liberadas el sábado pasado que no encontró al juez fue la hispanovenezolana Andrea González, que llevaba 2 años y 4 meses detenida junto a su amiga Betty Grossi acusada de querer matar a la hija del dirigente chavista Diosdado Cabello. González y Grossi acudieron al Palacio de Justicia de Caracas acompañadas por su abogado, Joel García.
Según confirmó García a Efe, sus clientes no han recibido ninguna novedad, y "los tribunales no van a despachar hasta el 8 de enero".
En la misma situación está el ingeniero Juan Miguel de Sousa, que también está representado por García y lleva en prisión desde enero de 2015 acusado de "terrorismo" y "asociación para delinquir" y salió con González y Grossi de la sede caraqueña del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) de El Helicoide.
Otro de los liberados que pasará las fiestas sin saber sus condiciones de libertad es el dirigente estudiantil Jhosman Paredes, preso desde 2014. La parálisis de procesos judiciales es un fenómeno habitual.