Cultura

Los almojábanos, una tradición rural que cautiva una fiesta anual en Panamá

01 de agosto de 2019

EFE | Comprometidas con el matrimonio ancestral entre el maíz y el queso, decenas de familias preservan en Panamá la tradición de los almojábanos, una vianda típica de América Latina que tiene una variante autóctona en la provincia de Chiriquí, donde se le hace una fiesta anual.

Más de 100.000 de estos bollitos que se asemejan a la forma del mapa de Panamá -una "S" acostada- se venden en el Festival del Almojábano con Queso en la comunidad chiricana de Dolega, una zona verde y montañosa del oeste panameño. Mujeres como Isabel Andrade, de 75 años, aprendieron a hacer los almojábanos con sus abuelas y bisabuelas.

Armarlos requiere de maíz pilado, que debe cocerse, molerse de forma manual y luego mezclarse con el queso blanco "viejo", bien salado, explica Andrade a Acan-Efe.

Las masitas deben freirse en aceite bien caliente para obtener las doraditas y crujientes viandas, que suelen acompañarse con cerdo ahumado, un sabor rural que sin duda Dolega sabe ofrecer y que quiere dar a conocer con su festival.

Precisamente para no olvidar la receta de tradición familiar fue creada hace seis años esta fiesta local, que desde el jueves pasado ha recibido a cientos de personas y que busca destacar una parte de la herencia gastronómica del pueblo panameño, cuenta a Acan-Efe el folklorista José Armando Corella.

El evento también permite apreciar las diferencias entre el producto de cada familia o empresa, ya que el toque personal es imposible de evadir, aunque la esencia sea la misma, reconoce Yoiselyn Juliana Rivera, propietaria de una empresa que fabrica almojábanos desde hace 10 años.

Roselin Pitty, una joven que se dedica a preparar el producto para la venta en esta cita nacional, dice a Acan-Efe que su meta es continuar con la costumbre porque es un producto muy buscado no solo por los nacionales sino por los extranjeros.

La provincia de Chiriquí tiene acogedores pueblos de montaña muy distintos al resto de Panamá, lo que atrae a muchos turistas que se ven cautivados por el clima fresco mezclado con la selva tropical, la virginidad de los ecosistemas y la posibilidad de ver de cerca la vida agropecuaria, rodeada de flores y café fresco.

Por ese atractivo, el Festival del Almojábano con Queso también sirve de plataforma folklórica, y en esta edición albergó a conjuntos de danza típica nacional, engalanados por la reina de festival, la joven Adriana Patricia Córdoba, quien vistió la elegante pollera, traje típico de gala panameño.

El festival, que arrancó el jueves y se despide mañana, domingo, recibió además a grupos folklóricos de países de la región, como el de la Universidad de Querétaro de México, el Caña de Azúcar de El Salvador, la Fundación Atradanza de Colombia, y más de 500 bailarines de todas las provincias de Panamá.

La ocasión fue digna para un desfile de carretas al son del tamborito, ritmo típico panameño.

Foto ilustrativa

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