Jaspe: “Los premios pasan; la necesidad de decir algo, no”
El ingeniero y escritor panameño Eduardo Jaspe comparte algunos detalles de su proceso creativo
En un año excepcional, Eduardo Jaspe (Panamá, 1967) ha obtenido tres de los principales premios literarios del país: el Premio de Narrativa Ariel Barría Alvarado por “La conspiración de las garzas”, así como el Ricardo Miró en las categorías de cuento y novela. Un hito poco frecuente que confirma la madurez y la potencia de su propuesta narrativa.
En esta conversación, el autor reflexiona sobre sus procesos creativos, la evolución de sus obsesione y el momento que atraviesa la literatura panameña.
¿Qué ha significado conseguir estos múltiples reconocimientos?
E.J. Uno escribe solo, durante años, sin saber si la obra conmoverá a alguien a parte del autor. Luego tres obras distintas son reconocidas en un mismo año. Es una gratificación abrumadora, en el buen sentido. Pero los premios pasan; la necesidad de seguir intentando decir algo verdadero, queda.
¿Cómo abordaste el proceso creativo? ¿Cuánto te demoró en escribir cada uno de estos libros?
E.J. Lo primero es siempre una imagen o una situación. Puede ser algo mínimo. Lo importante es que despierte una premisa contundente. Después escribo de noche o al final de la tarde. Anoto frases o párrafos en el celular. Generalmente pasa mucho tiempo antes de que esos fragmentos se conviertan en algo. Después hay que disciplinarse. Para mí es un proceso largo y complejo. Antes era más audaz o menos consciente; ahora sé que la profundidad exige paciencia.
¿Sientes que ha evolucionado tu voz literaria desde tus primeras publicaciones hasta la actualidad?
E.J. Sí, ha cambiado, y mucho. No solo mi voz, sino mi manera de mirar la literatura y el mundo, algo que creo se refleja en mis textos: ahora son más contenidos, menos dados al melodrama, con la ornamentación y el efectismo reducidos a lo necesario.
¿Encuentras vasos comunicantes entre las obras y los títulos premiados, o consideras que cada libro responde a impulsos y obsesiones totalmente distintas?
E.J. Estas tres propuestas comparten una misma mirada hacia la ciudad y sus dilemas. A veces el enfoque es en lo oscuro, en las tensiones institucionales; otras hay una búsqueda en lo emocional y en las fisuras de la vida cotidiana; y en ocasiones explora el contraste entre lo terrible y lo bello que conviven en el mismo territorio.
¿Cuál es su visión sobre la literatura panameña contemporánea?
E.J. Percibo la aparición de nuevas voces e intereses, con un creciente acercamiento a lo oscuro y lo inquietante, síntoma de una imaginación que empieza a mirar más allá de nuestros dolores históricos. También noto búsquedas estéticas más conscientes y diversas, aunque conviven con auto publicaciones que debieron madurar y egos estridentes.