El algoritmo no educa

09 de abril de 2025
Hay una delgada línea entre compartir lo lindo de la crianza y convertir a los hijos en contenido. Es tentador, lo sé. Los niños son graciosos, espontáneos y hasta salvan el algoritmo. Pero también son personas. En el futuro existirán incógnitas de ¿habrá adultos reclamándole a sus padres por haber hecho público su primer diente o fracaso en primaria? Podría ser. La realidad es que, entre tantos filtros, historias y reels, a veces se les olvida que lo que para muchos es contenido, para ellos es infancia e inocencia, que se va acabando con los años.