Un mayo imborrable
Los historiadores panameños silencian La masacre del 22 Mayo de 1958. El movimiento estudiantil denuncia el caos educativo y organizan distintas protestas.El 19 de mayo, la Guardia Nacional asesina a José Manuel Araúz del Artes y Oficios en el Parque de la Catedral. El 21 de mayo se realiza una reunión con Ernesto De la Guardia y las autoridades universitarias, asisten Andrés Cantillo, Ricardo Quirós y Ricardo Arturo Ríos Torres por la FEP. Llegan a un acuerdo para un diálogo al más alto nivel. Bolívar Vallarino llega esa noche, de un encuentro con el Comando Sur en la Argentina. Ignora la decisión del presidente y el 22 de mayo sitia al Instituto Nacional, mueren varios estudiantes. La policía se toma los barrios populares y con las balas “dum, dum” asesinan a más de 30 niños, estudiantes, jóvenes, adultos y ancianos. Muchos son los heridos y detenidos. Se declara una huelga nacional, se paraliza el país ante la represión criminal de la Guardia Nacional. Censuran los medios de comunicación social y suspenden las garantías constitucionales. El poder real está en los cuarteles, el hombre fuerte es Bolívar Vallarino, Ernestito es un prisionero en el Palacio de las Garzas, un presidente de papel. Bolívar Vallarino anticipa el golpe militar de 1968 y sus presidentes de a dedo. La Universidad de Panamá es sitiada por la Guardia Nacional, son más de 2,000 los estudiantes allí instalados. La ciudadanía militante obliga a Ernestito a firmar El Pacto de la Colina el 29 de mayo. La violencia institucional me lleva a considerar que la elite dominante en acuerdo con los gringos, ante el impacto de la Operación Soberanía, crean un problema para desviar la atención de la lucha nacionalista. Recomiendo la lectura de La épica de la Soberanía para ampliar información de esos trágicos sucesos.
* El autor es escritor y docente.Ricardo Ríos Torres
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