Opinión

Respuesta prometida sobre votar o no votar

02 de agosto de 2019

Una de mis bellas nietas, Patricia, dijo que no votaría en las elecciones de mayo. Es su primera experiencia electoral; pero, el votar no le despierta curiosidad ni le resulta atractivo, como debería suceder a las almas juveniles ante lo percibido como un bien desconocido e inocente.

En lugar de alegría, vemos inseguridad y tristeza. Muchos miles de jóvenes reaccionan de igual modo. Y es comprensible, porque la vida política hiede a corrupción de toda clase, de la conducta, del lenguaje, de los procedimientos y las ideologías. Se irrespetan e ignoran valore éticos ni morales. No parece haber diferencias entre el bien y el mal. Todo es relativo, al gusto.

Pero hay un remedio, para empezar. Y me atrevo a tomar el conocido mensaje a del Papa Francisco a los jóvenes en la reciente JMJ. El momento de la juventud no es mañana, sino ahora. Se trata de despertar esperanzas a todos.

Y, esto se logra haciendo líos, sin odios, con amor a la patria, que es sentimiento natural. Hay que votar, aunque nos equivoquemos (Que es lo más probable). Conversen con sus padres, familiares y amigos.

Valoren los mensajes de los candidatos. Escuchen a analistas políticos en nuestros medios, que los hay buenos. Y, voten, porque si no lo hacen, no tendrán autoridad moral para reclamar. En democracia, es el primer paso de una carrera de cinco años de líos para hacer nuestra parte. Hacer líos positivos. * Periodista.

Miguel A. Espino Perigault
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