Opinión

La luz, mal de no acabar

28 de marzo de 2023

Si hay algo que necesita el ser humano para vivir y tener salud es la alimentación.

Nadie puede poner en duda esta aseveración, pero la vida no se trata únicamente de subsistir saludables por la alimentación, las personas necesitan trabajar para vivir dignamente dentro de las posibilidades que le da su presupuesto.

Todos debemos tener acceso a la educación, a la vivienda, a la salud, a un medio ambiente saludable, etc., pero también debemos tener un sistema de luz eléctrica ininterrumpida, ya que está demostrado que es casi imposible trabajar o vivir sin luz, por lo menos en las condiciones que todos nos merecemos en esta época. La luz es un mal que nos aqueja a los panameños desde hace tiempo y no hay autoridad que le haya podido poner el cascabel al gato.

Se han creado autoridades para proteger a los consumidores de los problemas de la luz, ya sea por el aumento en el recibo o por los apagones continuos que traen como consecuencia que los electrodomésticos se quemen (trayendo como resultado la pérdida de los alimentos en las neveras) y nadie se haga responsable de los daños, pero de nada ha servido. Siguen existiendo las mismas quejas y no vemos por lo menos a corto plazo la voluntad de querer resolver el problema, pareciera que las autoridades esperan que la población se acostumbre, y de esa manera demuestran una gran indolencia.

El Valle de Antón, uno de los sitios turísticos por excelencia no escapa a este mal. Resulta que la Cámara de Comercio de El Valle de Antón hace un llamado a una protesta por las continuas interrupciones del servicio eléctrico en el área.

Esta protesta es este martes 28 de marzo de 2023 a las 10 de la mañana en los predios de la Iglesia San José. Todo esto es causado por los repetidos cortes de luz que no solamente prejudican a las empresas del sector, sino más importante aun, perjudican a todos sus pobladores que pierden sus alimentos y equipos eléctricos en su hogar.

La pregunta que todos nos hacemos es que si todos tenemos que llegar hacer piqueteos y cerrar calles para que nos tomen en cuenta o nos resuelvan los problemas.

Lo triste de la situación que vivimos es que las empresas ni siquiera se imutan en atender a estos consumidores porque están convencidos que las autoridades que deben poner el orden, no harán nada. No existe la certeza de un castigo ejemplar que detenga estos malos servicios. Lo ideal sería que si las autoridades conocen que esto se va a dar, por qué no hacer un llamado a los manifestantes para ver si pueden aliviar el problema o que la autoridad que le corresponda llame para tratar que no se de la protesta.

Estas protesta que por lo regular son pacíficas y no cierran calles, terminan haciéndolo porque no hay respuestas de nadie. La voluntad de servir y de ayudar se ha ido perdiendo y cada día tenemos una sociedad más deshumanizada; en donde el gobierno y nadie hace nada para cambiarlo. Ojala que este “laisse faire” no termine en un revolcón social, como lo decía un candidato presidencial en el año 1994.

*Abogado y exadministrador de ACODECO.

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