El adulto mayor, orgulloso de nuestro Canal
Cuando la construcción del canal comenzó, los trabajadores incluyendo a los afroantillanos en sus noches libres salían a divertirse en las tabernas, sitio de diversión, en donde orgullosamente comentaban “yo trabajo en el canal de Panamá”.
En 1988, los franceses y los trabajadores no se imaginaban que se encontrarían frente a un gran problema, como trabajar en una tierra inhóspita. Seguidamente la fuerza laboral fue diezmando por las enfermedades propias de la región, tales como: la malaria, la fiebre amarilla, tuberculosis, entre otras que dieron por terminada la construcción. Ante lo sucedido los franceses por falta de apoyo económico y tecnológico a pesar de haber dragado miles de toneladas de arena y cascajo abandonaron la obra.
Hoy recordamos con tristeza que la gran infraestructura que se tenía pensado construir se llevó la vida de tantos seres humanos.Oficialmente el vapor Ancón en 1914, luego de un arduo trabajo, realiza la primera travesía del canal y aunque era un gobierno extranjero el que administraba todo ese territorio, donde el panameño no tenía voz ni mando, acatando leyes norteamericanas, a pesar de todo esto nuestros antepasados con una sonrisa en sus rostros decían: “nuestro canal de Panamá”.
El adulto mayor, es una caja de sabiduría, y tiene recuerdos tan emotivos de la construcción y los acometimientos que ocurrieron; es por esta razón que nos sentimos orgullosos. Todo el universo tiene los ojos puestos en él, quieren conocerlo, saber cómo se maneja y algunos desean hacer la travesía.
Para mí, como adulto mayor, el canal de Panamá es el cuarto símbolo de la república, sustento mi pensamiento con la convicción que el canal de Panamá es otro símbolo representativo como lo es la bandera, el escudo y el himno nacional que llenan de tanto orgullo a los panameños tanto como residentes como también a los extranjeros que llevan consigo un pedazo de esta tierra hermosa.Me siento totalmente orgulloso de ser panameño cuando escucho a los extranjeros decir que Panamá es un tesoro y esperar no morir sin conocer el canal de Panamá.
Termino por recordar con tristeza a todas esas personas que de una u otra forma ofrendaron su vida por la construcción del canal y la total soberanía de Panamá, me llena de orgullo saber que nací en un país tricolor, una bandera con dos estrellas, soy panameño.
*El autor es compositor de música.
Jorge Mario Hernández Pinzón