EDITORIAL : Reflexión

El fallecimiento de una joven que practicaba senderismo se suma a otros casos relacionados con deportes o actividades extremas que se realizan sin preparación previa, conocimiento del terreno o inclusive del clima. Todos los años aumenta el número de personas que quieren ir a la montaña, cuevas, ríos caudalosos o a playas con olas espectaculares para practicar un deporte o una actividad que exige conocimientos y buena preparación física. Es aquí donde urge que organizaciones, profesionales, entidades públicas, organismos de socorro y la propia comunidad, se organicen para educar, entrenar y crear la suficiente conciencia para entender que se deben preparar antes de emprender una aventura, distintas a las actividades cotidianas con la cuelas convivimos o nos enfrentamos en los centros urbanos, los lugares de trabajo o lugares donde vivimos.