EDITORIAL : Espacios públicos
12 de octubre de 2022
Es una práctica creciente que propietarios de autos y motos se estacionen sobre las aceras o en las servidumbres de la vía pública.
Se agrava en las zonas residenciales donde las aceras son convertidas en estacionamientos permanentes.
El gran perjudicado es el peatón, el ciudadano de a pie que debe sortear los obstáculos y caminar por la calle, sorteando a los vehículos en marcha.
Se hace necesario que las autoridades apliquen las normas correspondientes.