Anticipar de manera preventiva la realidad criminal, en la agenda ciudadana

En conexión con los escritos de mí persona, hacemos un resumen de la realidad criminal, llamando al Gobierno Nacional a reflexionar sobre el aumento de la delincuencia en nuestro país, siendo una debilidad, es decir, ha sido el talón de Aquiles de todos los gobiernos, como se ha demostrado desde 1990 a la actualidad, y que el Ministerio Público a través de sus estadísticas, la conducta delictiva ha sido altamente relevante desde las dos últimas décadas, arrojando una tasa promedio de entre 400 y 500 asesinatos por año.

La principal responsabilidad de la Sociedad-Estado es combatir el crimen, aunque cuenta con recursos tecnológicos, los resultados no se reflejan en la agenda del ciudadano debido a las contradicciones estadísticas de los diferentes entes de control. No obstante, en nuestro país hay personas capacitadas en criminología con habilidades y conocimientos para analizar e interpretar la personalidad del autor del delito, identificando las características sociales como elementos concluyentes del fenómeno delictivo, sin olvidar al delincuente como principal causa.

Para determinar y revelar “lógicamente” la intención criminal, un criminólogo es un investigador que recopila, examina, analiza, registra y presenta cronogramas y patrones de acciones antes, durante y después de un delito. Los puntos de vista de los perpetradores y las víctimas basadas en los delitos que han ocurrido, incluidos los involucrados en el delito y las herramientas o equipos utilizados durante la investigación.

La delincuencia no puede erradicarse por completo, pero sí reducirse a un nivel “aceptable”, al menos en la medida en que no sea un obstáculo para la convivencia y el desarrollo. Y esto sólo podrá lograrse mediante una adecuada política de prevención criminológica, cuya planificación e implementación debe estar en manos de expertos.

Esto se debe a la combinación de diversas ciencias estudiadas que estudian en profundidad el crimen y la criminalidad, utilizando no sólo la psicología o el conocimiento científico, sino también ciencias como la psiquiatría, la sociología, la antropología, la medicina, la estadística, el derecho, la victimología, la criminología, etc. Todos los aspectos del fenómeno criminal analizado se incluyen en esta combinación para proporcionar una visión global.

Sin embargo, el criminólogo se ha convertido en un profesional importante en la sociedad como factor clave en el desarrollo integral de la comunidad, considerada una ciencia de la convivencia debido a su formación interdisciplinaria, lo que lo convierte en un profesional excepcional y versátil que enfrenta problemas sociales, que son tan diverso que el delito ocurre en un contexto social.

Además, su formación le capacita para ser un crítico social avanzado, y su crítica va mucho más allá de la simple crítica económica o social.

Es importante tener en cuenta consideraciones tácticas y estratégicas, que no sean reactivas, sino bien planificadas y objetivas, para desarrollar políticas criminológicas efectivas, participativas y colaborativas para anticipar de manera preventiva la realidad criminal de la agenda ciudadana. Esto implica tener en cuenta la ecología, la geografía y la estadística criminal de manera relevante e integral conjuntamente a las políticas criminológicas, previniendo la proliferación de actividades delictivas.

Juntos trabajemos favor de la paz y la convivencia pacífica