Opinión

Y ahora, ¿qué hacemos?

23 de junio de 2022

En estos días muchos emprendedores nos hacemos esta pregunta.  ¿Y ahora qué hacemos? Tenemos un negocio, los clientes no pagan sus cuentas, no cuentan con recursos para abonar y piden descuentos de nuestros servicios o que les condonemos las cuentas. Quieren que respondamos a diario a sus inquietudes, pero hemos prescindido de algunos de nuestros colaboradores para poder así sostener nuestra empresa. Hemos tenido que tomar decisiones alternas como mudarnos de oficina a espacios más pequeños, para disminuir nuestros costos fijos de renta, electricidad y otros. Nos encontramos en la baja.

Pero ¿Qué hacer cuando estamos en crisis? Pues, vamos por el camino correcto, lamentablemente debemos tomar decisiones, aunque estas sean difíciles.  Algunas nos afectaran más que otras, tanto económica como moralmente. Per hemos iniciado el proceso de no quedarnos estáticos e inertes ante la situación tan difícil que confrontamos. Si creemos que tenemos un futuro y hemos evaluado todas las aristas de nuestra empresa, entonces debemos luchar para sostenernos en el tiempo de a manera más práctica y consensuada posible.  Realizar una revisión 360 de nuestra empresa, clientes, cuentas por pagar, cobrar y en general, nuestro plan de negocios es esencial.  Un” brain storming” con nuestro equipo de trabajo, sugerencias de cómo enfrentar los retos del negocio y una evaluación de nuestro flujo de caja para poder realizar cuanto tiempo tendremos para poder ejecutar un nuevo plan maestro adaptado a las circunstancias actuales.  Evaluemos todos los aspectos impositivos y los beneficios fiscales recientemente sancionados para fortalecer a economía y generar nuevos puestos de empleo. Y conversemos con nuestros socios e inversores para conocer quienes se mantendrán con nosotros y cuales prefieren abandonar el barco.

La comunicación clara, honesta y abierta con todos será indispensable. 

Por consiguiente, sinteticemos en los siguiente:

1. Aceptar que la Crisis nos ha puesto en disyuntiva,

2. Realicemos una evaluación de nuestro asociados o equipo de trabajo,

3. Una evaluación de nuestros clientes y desligarnos de los no rentables,

4. Evaluemos nuestro capital de trabajo e inversiones,

5. Disminuyamos como podamos nuestros costos fijos,

6. Establezcamos nuevas oportunidades en el mercado. Diversifiquemos nuestra cartera de servicios.

7. Evaluemos todos los aspectos y desafíos que impactan a nuestro negocio.

8. Revisemos las nuevas leyes y los efectos fiscales e impositivos,

9. Realicemos arreglos de pagos con instituciones bancarias y acreedores.

10. Alineémonos con expertos y asesores en finanzas, tributos y marketing en nuestra nueva estrategia. No tomar las acciones concretas podría conducirnos finalmente al fracaso o al cierre, porque cómo ejemplo, una de las empresas más reconocidas en el mercado como la multinacional ‘Revlon’, acaba de declararse en bancarrota, porque no supo cómo ajustarse a las exigencias y los cambios del mercado, aunado a esta crisis del COVID mundial. Nuestro objetivo es superarlo, proteger nuestra empresa y proseguir.

Sara Asvat 
[email protected]  

*Empresaria. 

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