Opinión

Mi padre Atato, detective profesional

16 de diciembre de 2021

Mi papá, Alfredo A Arango Henríquez, era conocido como Atato y yo Atatito; conoció a mi madre, en México, pero logró dejar la medicina y estudiar para detective. Cuando regresó, obtuvo varios cargos relacionados.  1) Director de Seguridad del Hotel Panamá: donde yo tenía el privilegio, aún siendo niño de presenciar desde un balcón, todos los reinados de Carnaval, cuya sede eran el Hotel Panamá ( todavía no era Hilton). Y en un balcón, disfrutaba esos 4 días, con las comparsas, las reinas y las bailadas, de los asistentes. Cuando Olga Sepúlveda, fue REINA DE Carnaval, tuve la satisfacción, de recorrer todo el desfile, por las principales avenidas, en un carro descapotable, como su príncipe. Vivíamos en San Francisco de la Caleta, frente a unas torres de producción eléctrica, al lado de Atlapa.

Teniendo 14 años, tenía  el barrio de San Francisco a mis pies. Montones de amigos y muchas fiestas de quinceañeras, constantemente.   Mi papá, me había estipulado, que salía a esta multiplicidad de fiestas, siempre y cuando me trajeran en carro, pues consideraba peligroso, para un joven de 14 años, andar a pie a altas horas de la noche. La verdad era que muy pocos tenían carro y todos caminábamos a nuestras casas, al final de las fiestas.  Yo vivía en una casa de 2 pisos, donde había un carro , dañado con las 4 llantas ponchadas.  Así que venía a pie, desde las fiestas de quinceañeras, al llegar a mi casa, me sentaba, al lado del carro en cuatro tucos , en una curva que quedaba mi casa y cuando pasaba un carro con las luces prendidas y las pasaba por la parte superior, iluminaba la habitación de mis padres, gritaba GRACIAS ¡ Y TIRABA LA PUERTA DEL CARRO VARADO, FUERTEMENTE.   

Alfredo A. Arango
Psicólogo y Escritor
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Pero como buen detective, descubrió la estratagema y al subir, a la parte de arriba, donde quedaban las habitaciones, estaba mi padre Atato con una lámpara de mano, apuntándome a la cara:” ¿Me has visto cara de pendejo?” Tenías como 20 minutos sentado allá abajo, esperando que pasara un carro.¿ Te viniste a pie a esta hora de la noche ?,Sí, contesté, como supiste,? Los ladridos de los perros, por donde pasabas, me fueron avisando, tu trayecto., hasta que llegaste y te sentaste a hacer todo el show de que te habían traído en carro. Ese año fui Edecán de Olga Sepúlveda, reina del Carnaval y recorrí las avenidas acompañándola en un convertible. También en un balconcito del Hotel Panamá ( donde mi papá era encargado de seguridad ), presencié inumerables carnavales, cuyo centro era ese famoso hotel. Terminó siendo Director del DENI (Departamento  Nacional de Investigaciones), que quedaba en la Plaza de Arango; y Embajador, en Perú y Colombia. Ya eran los tiempos de Noriega y renunció por las solicitudes que le hacía el Dictador, con relación a pandilleros y fue substituido por Jorge Eduardo Ritter. A los 15 años, los jóvenes, iban a probar la vida sexual a los centros  de prostitución. Nuestra generación fue al Prostíbulo “La Gloria”, en Río Abajo y de repente, mis compañeros, empezaron a a identificar detectives que habían visto cuidando mi casa  . “Alfredo ese trabaja para tu papá!”, de modo que los fuimos despidiendo a todos, con colectas y promesas de que se irían del lugar.    Al día siguiente, mi padre me dijo: “crees que solo envié a los conocidos, también habían subalternos míos que nunca habían visto tu , ni tus amigos. Y Te puedo decir  con cuantas  te acostaste..  

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