Dr. Reyes: Vacunas y Humanismo
La gran esperanza del planeta es la llegada de una o varias vacunas para neutralizar la pandemia del covid19.
Hay países en etapas avanzadas para la confección de las mismas, pero aun faltan etapas sensitivas para su aprobación y distribución mundial. Las primeras etapas arrojan resultados que llaman a un optimismo cauteloso.
Las vacunas a nivel de su creación son unas de las herramientas más costo efectivas en materia de salud. Es decir sus beneficios sobrepasan sus costos. Se previenen varias enfermedades ahorrando pérdida de vidas humanas
Pueblos enfermos no serán productivos. La pandemia y su cuarentena es un ejemplo de ello. La economía mundial en picada con sus funestas consecuencias.
Por encima del concepto de retorno de la inversión, que hace referencia a la métrica que expresa la relación entre lo invertido en un negocio y el beneficio obtenido proveniente de dicha inversión, debemos ser compasivos con la población mundial.
Más sencillamente, son las ganancias para sus inversores. Sin duda estas vacunas exigen costos y gastos de millones y por tanto no serán regaladas. Sin embargo en un escenario de catástrofe mundial las compañías fabricantes deben asignar precios con un sentido más humanitario que permita a la totalidad de la población tenerlas.
Debe hacerse una excepción al derecho de patente y permitir que otras empresas idóneas puedan fabricarla. En América Latina hay países con la infraestructura para fabricarlas, aumentar su producción y su entrega a las poblaciones. Gobiernos e instituciones mundiales pueden ayudar a esos inversores con partes del costo para producir las vacunas.
En cada país se podría cobrar un simbólico copago que contribuya a su costo. Habrá quienes sí pueden y otros no. Es solidaridad.
El costo de inversión de cada país retornará en una población más sana, menos angustiada, más productiva, y con menos muertes.
Esperemos que se esté trabajando en normas nacionales para priorizar en base a factores de riesgos quienes deben recibir la o las vacunas en primera instancia.
Recordemos que en la primera producción de estas vacunas, la oferta será escasa por la gran demanda que existe.
No sabemos aún si con una o dos dosis separadas ,se podrá adquirir una inmunidad efectiva. La vacuna debe llegar en principio a los más pobres como expresa nuestro Papa Francisco.
Eduardo A. Reyes Vargas
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ExViceministro de Salud