EDITORIAL: El reto de la normalidad
31 de mayo de 2020
A partir de la decisión gubernamental de desmontar la cuarentena, la lucha contra el Covid-19 traslada una gran parte de su peso a los ciudadanos, cuya mayoría exigió la flexibilización de las medidas de emergencia vigentes con rigidez hasta este domingo.
El reinicio de un alto número de actividades que requieren de trabajo presencial impone a empresarios y empleados la exigencia de extremar las orientaciones sanitarias mantenidas hasta el presente.
Un obvio sentido de conservación debe llevarnos a todos a comprender que las posibilidades de contagio de este virus mortal aumentan desde hoy lunes, en proporción al número de personas que se desplazarán por las localidades del país entre sus lugares de residencia y centros laborales.
La emergencia no ha terminado como lo demuestra nuestra actual tasa de letalidad.
La tarea es cuidarnos entre todos, sin bajar la guardia y sin relajar las normas de prevención. Se trata, entonces, de una responsabilidad compartida de cuyo cumplimiento nadie puede excusarse.
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