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Venus Williams-Coco Vandeweghe, duelo de generaciones

01 de agosto de 2019

EFE| Una de las semifinales del Abierto de Australia en el cuadro femenino ofrecerá un duelo de generaciones del tenis estadounidense, entre una jugadora que ha ganado siete títulos de Grand Slams, Venus Williams, y otra que busca la primera a toda velocidad, como un tren descarrilado y sin forma de parar, Coco Vandeweghe. Venus, de 36 años, alcanzó su primera semifinal en Melbourne desde hace 14 años, al vencer a la rusa Anastasia Pavlyuchenkova, por 6-4, 7-6 (3), y se colocó allí sin ceder un solo set en cinco paridos, una demostración de que su segunda juventud sigue en marcha, tras alcanzar el pasado año también las semifinales de Wimbledon, su torneo favorito que ha ganado en cinco ocasiones, solo detenida entonces por la alemana Angelique Kerber.

Pocas parecían sus opciones en el primer grande de la temporada tras retirarse en la segunda ronda de Auckland por un problema en el brazo derecho, pero ha sido llegar a Melbourne y empezar a ganar a jugadoras que podían ser sus hijas, y que hace años se peleaban alrededor de las pistas para atrapar uno de sus autógrafos. Ante Pavlyuchenkova, Venus tuvo que aumentar más su agresividad porque al final se convirtió en el partido en el que más oposición ha encontrado. La rusa, una gran pegadora desde la línea de fondo, ganó dos veces este torneo en categoría júnior (2006 y 2007), además de alzarse con el título del Abierto de EE.UU, también en 2006 y ser finalista en el de Roland Garros esa misma temporada.

Venus se vio acosada en los dos sets, en los que tuvo que recuperarse de roturas iniciales, pero su fe en la victoria no se vio menoscabada y al final logró el triunfo en una hora y 47 minutos, cuando su rival cometió su segunda doble falta en el desempate, y después de que Venus ganase ocho puntos seguidos para forzar ese juego corto. La veterana de 36 años no llegaba a esta instancia en Melbourne desde 2003, temporada en la que alcanzó la final. Su duelo contra Vandeweghe garantiza una estadounidense en la final. "No ha sido un comienzo fácil del año, teniendo que abandonar en el primer torneo", dijo Venus sobre su retirada en Nueva Zelanda, en segunda ronda por unos problemas en el brazo derecho, "pero estando aquí puedo ir todavía más lejos". "Y, !oh Díos mío¡ estoy emocionada de tener otra oportunidad de jugar de nuevo.

No me conformo con esto", dijo Venus, convertida ya en la jugadora de mayor edad en lograr las semifinales en el Abierto de Australia. Enfrente tendrá a una ambiciosa rival que ha dado todo en este torneo para plantarse en la primera semifinal de un Grand Slam de su carrera de forma brillante. Vandeweghe, 1,85 metros y 25 años, 35 del mundo, se impuso de forma arrolladora a la española Garbiñe Muguruza, campeona de Roland Garros, por 6-4 y 6-0. "He estado como un tren de carga, imparable", dijo la nacida en Nueva York pero afincada en Rancho de Santa Fé (California), que ha dejado al torneo sin tres de sus favoritas, la italiana Roberta Vinci (15), la alemana Angelique Kerber, número uno del mundo y defensora del título, y ahora de Muguruza (7).

La americana ha explotado en Melbourne, donde ha sido capaz de ganar a dos de las jugadoras que sumaron tres torneos del Grand Slam el año pasado: Kerber (Abierto de Australia y EE.UU., y Garbiñe: Abierto de Francia) Cuarto finalista en Wimbledon en 2015, Coco recordó este martes en la Rod Laver Arena como hubo una vez, cuando era una niña, y perseguía a Venus, su rival en las semifinales este año, para conseguir un autógrafo suyo en un torneo en La Costa. Venus y Vandeweghe solo se han enfrentado en una ocasión, en Roma el año pasado sobre tierra batida, con triunfo de la mayor de las Williams, por 6-4 y 6-3. La distancia entre ambas es abismal en cuanto a experiencia, con Venus ganando 743 partidos en su carrera, y 208 derrotas, mientras que Coco ha vencido en 242 partidos y ha caído en 192. El resto de Vandeweghe, sublime, espectacular, durante los 84 minutos del partido, condenó a la española a la derrota en su primera actuación en los cuartos de Melbourne. La estadounidense explotó sus restos para romper a Muguruza en cuatro ocasiones de 13 oportunidades, dominando con un tenis espectacular en algunos momentos y amenazando a Garbiñe cada vez que sacaba.

Muguruza había llegado a los cuartos sin ceder un solo set y apareció de nuevo con el vendaje en el muslo izquierdo que ha llevado durante todo el torneo, además de una protección en su antebrazo izquierdo. No pudo contrarrestar ese ofensivo juego, y solo dispuso de dos oportunidades en todo el partido para romper el servicio de Coco, en el décimo juego del primer set, que la americana salvó con un saque directo, y en el último del encuentro, donde cometió un error. Vandeweghe se apuntó el primer parcial en 56 minutos, y luego siguió a la carga en el siguiente, ganando seis juegos consecutivos, plena de confianza, mientras Garbiñe se quedaba sin recursos, ante los 31 golpes ganadores de su verdugo, y luego la nominaba para ser candidata al título.

"Si sigue jugando así todos los partidos, lo es", dijo con rotundidad la española. "Estoy sorprendida porque jugó de forma increíble, raramente falló, tuvo una gran actuación", dijo Garbiñe quien no se mostró decepcionada por la suya. "No tengo quejas por mi juego, cuando alguien juega contra un rival así es difícil. Coco jugó muy bien en general y fue la mejor sin duda". "Estaba intentando hacer alguna cosa para sacarla de su zona de confort, pero todo lo que intenté no funcionaba, y me lo ha sabido devolver un poco mejor", expresó.